Buscar la justicia y la verdad

Dentro del periodismo, Marcela de Muro encontró una motivación, que muchos periodistas e incluso medios de comunicación prefieren evitar para no verse expuestos ante la violencia que se vive día a día en nuestro país

Alejandra Ruiz / El Sol de San Luis

  · viernes 16 de diciembre de 2022

El contexto en el que Del Muro trabaja la posiciona en un grado de vulnerabilidad permanente | Foto: Cuartoscuro

Hacer periodismo en México implica un riesgo permanente, comenta la periodista documental Marcela del Muro, quien se dedica a realizar investigaciones y cobertura de temas de derechos humanos, migración, desaparición de personas, violencia de género y crisis ambiental en el estado de San Luis Potosí.

Actualmente trabaja como freelance en Pie de Página, Así Como Suena, Astrolabio Diario Digital y es parte del proyecto nacional “A dónde van los desaparecidos”.

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El contexto en el que Del Muro trabaja la posiciona en un grado de vulnerabilidad permanente, ya que al documentar historias que relatan la violencia estructural que se vive en el país, la pone en la mira de quienes prefieren mantener silenciadas dichas historias.

"Yo quería dedicarme al cine documental, pero fue muy complicado conseguir oportunidades dignas. Me decidí por el periodismo, según yo, mientras conseguía una oportunidad haciendo cine, pero fue mi gran descubrimiento de vida. Ahora estoy convencida de lo que hago y soy fiel defensora del periodismo regional y, como alguna vez dijo Leila Guerrero, mi trabajo es hacer como un minidocumental escrito", explica.

Dentro del periodismo, Marcela de Muro encontró una motivación, que muchos periodistas e incluso medios de comunicación prefieren evitar para no verse expuestos ante la violencia que se vive día a día en nuestro país.

"Cuando empecé en el periodismo tenía muy claro que quería hablar de violencia de género. Me costó mucho trabajo salir de una relación muy violenta que tuve en mi último año de universidad, tuve que poner tierra de por medio para realmente desvincularme y salir del peligro. Esa experiencia marcó un antes y un después en mi vida, y también marcó mi destino laboralmente, aunque lo descubriera años después".

Fue ahí donde tuvo contacto con Edith Pérez Rodríguez, víctima colateral de desaparición forzada y creadora de la Asociación Civil de familias buscadores en San Luis Potosí, Voz y Dignidad por los Nuestros.

"En cuanto comencé a escribir y a investigar qué pasaba en San Luis, me presentaron a Edith, de Voz y Dignidad. Ella me agarró de la mano, me presentó a las familias del colectivo y me enseñó la mayoría de las cosas que sé sobre búsqueda y desaparición. Desde esa primera entrevista en casa de Edith, me quedó muy claro que quería acompañarlas, escucharlas, entenderlas y escribir sobre ellas".

A partir de entonces se ha encargado de relatar historias trágicas, de desaparición, abandono, violencia, revictimización y hasta corrupción de parte de las autoridades. Un camino que a pesar de los riesgos que implica, ella ha tomado como una motivación para su trabajo siempre encaminado a la verdad y la justicia de las víctimas.

Las historias de mujeres y violencia han marcado su quehacer periodístico, el cual le ha permitido no sólo relatar aquellas historias de víctimas de la violencia feminicida sino también, traer a la memoria la dignidad de aquellas que fueron arrebatadas a sus familias.

"Muchas historias me han trastocado, creo que es complicado pensar solo en una. El feminicidio de Karla Pontigo es el primer caso que recuerdo me llegó mucho porque teníamos la misma edad, yo también estaban en la universidad y trabajaba en un bar. Después el caso de Odalys Hipolito, de Nataly Alonso y de Fer Morán también me llegaron y me enojó mucho la forma como fueron cubiertos sus casos, por toda la revictimización que vivieron sus familias; pensaba que, probablemente, si a mí me hubiera pasado algo malo en aquella relación violenta se hubiera justificado de la misma forma que lo hicieron con ellas.

Estos tres casos sí me movieron mucho periodísticamente, intenté hablar más de las narrativas y de la responsabilidad que tenemos con las familias al contar sus historias. Y luego está Perla Padrón, Lupita Viramontes y la familia Pérez Rodríguez que siento un profundo cariño por ellas y ellos, los he conocido a través del amor profundo de sus familias y eso me ha marcado mucho como mujer y como periodista".

El trabajo de Marcela del Muro es un llamado al periodismo encaminado a la verdad y la justicia, aquel que va más allá de la nota roja y amarillista.

"Pienso en la justicia y la verdad. Me motiva mucho pensar que las familias que acompaño y que han luchado tanto puedan llegar a saber qué pasó con sus hijas o hijos y que ellos encuentren la justicia que los reconforte un poco. Y quiero acompañarlos en todos los procesos, escuchar sus experiencias y descubrimientos, y hablar de ellas hasta que llegue ese día que tanto esperan".