JIMÉNEZ. El conflicto entre agricultores de ciudad Jiménez y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) persiste y los campesinos mantienen tomadas las vías del ferrocarril en la Vieja Huejoquilla lo que ya afecta a la industria maquiladora.
Las medidas de presión contra la CFE y la Federación por los altos costos de la energía y por el corte del suministro eléctrico en los pozos de agua se concentraron en la toma de las vías del ferrocarril, las cuales fueron bloqueadas desde el pasado viernes.
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El bloqueo a las vías ya afectó a la industria maquiladora que ha visto mermada su operatividad por el retraso en sus embarques que llegan por ferrocarril, lo que llamó la atención de las autoridades federales y la Secretaría de Gobernación contactó a los quejosos para proponerles un encuentro en la Ciudad de México para dialogar a cambio de que liberaran las vías férreas.
Sin embargo, los productores agrícolas decidieron no atender la convocatoria hasta en tanto no se solventen algunas de las peticiones que han externado durante los seis días de manifestación, entre ellas la reconexión del suministro eléctrico a los pozos de agua.
Arturo Rentería, uno de los dirigentes de este movimiento en la Vieja Huejoquilla, enfatizó que de nada sirve que una comisión de agricultores se traslade a la Ciudad de México y se descuide la presión que se ha hecho en esa región si al final del día no habrá una respuesta que beneficie o dé respuesta a su pliego petitorio.
Desde hace seis días los campesinos mantienen protesta en las instalaciones de la CFE en Jiménez, pero el pasado jueves el conflicto se trasladó directamente a la división norte de la empresa de energía, en Gómez Palacio, Durango, donde les dieron negativa a sus peticiones de retomar la tregua de no cortes, reconectar la electricidad a pozos cortados, una tarifa rentable para el campo y un mejor servicio en la zona del desierto.
El origen del conflicto se remonta al menos dos décadas atrás, cuando el campesinado se levantó ante los costos excesivos del suministro eléctrico, ya que el costo para el bombeo de pozos para riego representa poco más de un tercio de la inversión total.
En ese entonces, los agricultores implementaron una huelga de no pago por el suministro eléctrico, lo que derivó en cortes de energía por parte de la CFE.