Uno de los destinos por excelencia de Jalisco, y que es el refugio de famosos de la farándula, música y de la socialité, es sin duda Punta Careyes, sitio al que solo se puede ingresar con reservación en alguno de los hoteles de esta playa enclavada en la tranquilidad de la Costalegre, que fusiona la jungla con el mar bajo un concepto diseñado por el italiano Gian Franco Brignone hace más de 40 años.
Al ser el refugio de los famosos, Punta Careyes el paraíso vedado para el resto de los jaliscienses, pocos tienen acceso a esa zona, sí acaso podrán conocer el pueblito o conformarse con alguna de las playas de los alrededores.
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En la zona ya se han dado otro tipo de intentos de “privatizar” playas como el caso de Tenacatita y el poblado de El Rebalsito, una playa pública cercana a Careyes que una empresa intentó invadir, derribó palapas y hoteles bajo el argumento de haberla adquirido, corrió a vendedores ambulantes y público y por más de cinco años se apoderó de la zona.
La querían para una nueva Punta Careyes, este un destino rodeado de lagunas, manglares y acantilados bañados por un mar de azul en una zona poco explorada y que ofrece tranquilidad a sus famosos visitantes como miembros de la realeza española, cuando Felipe y Letizia eran príncipes, Luis Miguel, Cindy Crawford, Richard Gere, las hermanas Jenner, Vanessa Huppenkothen, Robert De Niro, Salma Hayek, Naomi Campbell, Barbra Streissand, Lewis Hamilton y Eugenia Rodríguez.
A unos kilómetros de distancia de la entrada exclusiva a este resort se ubica Careyitos, la playa pública a la que pueden ingresar los turistas sin reservaciones o los habitantes del pueblo, en donde solo hay una zona que se puede considerar para disfrutar de alimentos y los paseantes son recibidos por las lanchas de los pescadores y prestadores de paseos por la laguna.
La mayoría de quienes laboran en ese sitio, como María N., vienen de otras localidades de la región al no haber encontrado trabajo en otras playas como Barra de Navidad, San Patricio Melaque, etcétera, además de que muchas de éstas no tienen los grandes hoteles o los resorts que se ubican en Careyes.
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“Nos movemos en camiones y por eso, si vas a retirarte, hay que salir temprano a carretera, por aquí pasa la ruta”, explicó. En el recorrido El Occidental ubicó los paradores donde se detienen esas unidades que casi pasan cada hora, hasta que oscurece.
Los servicios donde habitan no son comparables con la zona donde trabajan, es la diferencia entre lo público y lo privado, donde las autoridades responden marcando diferencias, entre calles empedradas tipo coloniales y las de los rancherías de los alrededores donde el desarrollo parece no haber llegado y son de terracería.