Luego de 14 años y 6 meses de la privación ilegal de la libertad de ocho trabajadores del centro nocturno Maverick en la ciudad de Aguascalientes, en días pasados se cumplimentó un mandato judicial, en un predio localizado en el municipio de Jerez, Zacatecas a fin de encontrar indicios que pudieran llevar a la localización de los desaparecidos.
En la diligencia ministerial de cateo, participaron cien elementos en total, pertenecientes a la Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición y Localización de Personas de Aguascalientes, en coordinación con la Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición del Estado de Zacatecas; Comisión Estatal de Búsqueda del Estado de Zacatecas, Guardia Nacional y Secretaría de la Defensa Nacional, esta actividad se realizó dentro de la averiguación previa del caso.
Para la búsqueda en terreno, se utilizó equipo de alta tecnología, así como personal capacitado en la búsqueda de personas, además de grupos de binomios caninos, pese a todo ello, el operativo resultó infructuoso, ya que no se encontró ningún indicio o cuerpo relacionado con la averiguación.
Familiares han sido amenazados
El 24 de abril de 2007 un comando fuertemente armado arribó al centro nocturno Maverick, que en ese entonces se encontraba en remodelación, para llevarse a nueve personas en total, entre ellos al propietario, el contador y el jefe publicitario del antro. También cargaron con los albañiles que en ese momento tuvieron la mala suerte de encontrarse en el lugar y la hora equivocados. De ellos, desde entonces nada se ha vuelto a saber.
Los familiares de los desaparecidos, desde entonces han pedido a las autoridades realizar las investigaciones para que se de con su paradero, desde entonces, a la fecha, en Aguascalientes han pasado tres gobernadores y seis procuradores de justicia y fiscales estatales.
Javier Espinosa Granados, padre de Francisco Javier Espinosa, uno de los desaparecidos, asegura que las autoridades no sólo no le han ayudado, sino que ha sido objeto de toda clase de amenazas e intimidaciones de parte de la propia autoridad, que le obligaron a tomar la decisión de cambiar su residencia a la Ciudad de México, ante el temor por la integridad de su familia y a suya propia, incluso les han impedido manifestarse.
Dos de los padres de los desaparecidos ya fallecieron, “y parece que apuestan a que con el paso del tiempo los demás también muramos para enterrar definitivamente el caso”, dice, con un pesar que sale de lo más profundo de su alma.
Javier mantiene viva la esperanza de volver a ver a su hijo, pues, dice, nadie le ha dado pruebas de su fallecimiento. Ha ofrecido una recompensa de 50 mil pesos a quien le proporcione alguna información que le permita dar con su paradero y participó en el operativo realizado ayer en el predio del municipio de Jerez, en el estado de Zacatecas, lugar donde sospechaban pudieran localizarse restos humanos, sin embargo, no se encontró nada.
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En el operativo también participaron el Vicefiscal de Investigación de Aguascalientes Juan Antonio Zermeño, así como Marcela Femat, titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición y Localización de Personas de Aguascalientes, el Comisario de la Policía de Investigación Juan Muro Díaz y 50 elementos Ministeriales a su cargo.
