Ante al alto oleaje que se registra en playas de este destino turístico por el fenómeno de mar de fondo, la autoridad marítima federal cerró el puerto a la navegación menor como medida precautoria.
A través de una tarjeta informativa, el capitán regional de Puerto, Gustavo Gómez Range, informó que por seguridad las embarcaciones de pesca ribereñas no deberán hacerse a la mar y el servicio de turismo náutico queda restringido.
Por seguridad, dijo, se pide a los responsables de embarcaciones que se encuentran fondeadas, deberán asegurarse al sistema de amarre o en su defecto retirarlas del agua a un lugar seguro en tierra.
Por su parte, el secretario de Protección Civil en el estado, Marco César Mayares Salvador, informó que se han colocado banderas rojas en las playas donde las olas alcanzan los tres y cuatro metros de altura, en tanto que se reforzó la vigilancia con elementos salvavidas.
Señaló que el alto oleaje salió a la calle Juan de la Cosa y al acceso a la playa de la zona turística de la Diana, donde elementos de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos acordonaron el lugar.
El titular de la dependencia, Sabás Arturo de la Rosa Camacho, señaló que el reporte recibido de la Secretaría de Marina indicaba que el fenómeno afectaría las costas mexicanas, desde el estado de Chiapas hasta Jalisco, incluyendo a Guerrero, por lo que se recomendaba extremas precauciones.
Por esta situación estamos redoblando esfuerzos en las playas Condesa, Icacos y el Morro para evitar incidentes. Siguen trabajando los 250 salvavidas y hasta el momento no hemos tenido ninguna incidencia ni afectación.
De la Rosa Camacho recomendó a los navegantes de embarcaciones menores no hacerse a la mar durante la manifestación de fuerte oleaje y atender las indicaciones de Capitanía de Puerto, que hasta ayer miércoles a medio día no había notificado del cierre de puerto.
A los prestadores de servicios turísticos y hoteleros, recomendó notificar a los turistas de la presencia del fenómeno, pidiéndoles que no ingresen al mar por la peligrosidad que representa, además de no caminar en la franja de arena o cerca del rompimiento de las olas para evitar pérdidas humanas.
Con información de Javier Tinoco Memije y Notimex
