Morelia, Michoacán.- A eso de las 10 de la mañana los niños ocupan las cinco mesas que se ubican en el patio de la escuela. Detrás de ellos, sus mamás también escuchan atentas las indicaciones de la maestra y tratan de mantener a sus hijos lo más atentos posible.
En la localidad de La Alberca las clases a distancia son una utopía. Cuenta la maestra Claudia Monserrat Lorenzo González que en el Jardín de Niños "Naciones Unidas" lo intentaron, pero la tecnología es limitada en esta zona de Morelia y pensar en cobertura de internet es pedir mucho.
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"El internet llega muy poco y muchas veces los papás no tienen el dinero para estar haciéndole recargas al whatsapp; el ciclo escolar pasado yo les mandaba información y no la llegaban a ver por este motivo".
De trabajar con material de apoyo como son los videos, resulta todavía más complicado, pues inclusive la señal telefónica se pierde en medio de la comunidad que alberga a un aproximado de 250 familias y que colinda con la tenencia de Teremendo de los Reyes.
Ante este panorama, la docente en conjunto con los papás, tomaron la decisión de dividir al grupo de 10 niños en dos y asistir una vez a la semana para recibir, explicar y designar nuevas tareas.
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Pero a todo este conjunto de dificultades, se suma una más: no les han hecho llegar el libro escolar correspondiente al actual ciclo escolar. En medio de esta improvisación, Monserrat González diseña sus actividades con fotocopias que imprime desde su casa.
La pandemia no cede y para la docente que lleva laborando siete años en este centro preescolar, es momento de analizar alternativas para el futuro de la educación que permitan el amplio desarrollo de los alumnos.
"Sí están aprendiendo los niños, pero es más difícil para enseñarle a los papás, pues se llegan a desesperar, les exigen más a sus hijos y quieren que las cosas se hagan de prisa, cuando la realidad es que los niños llevan un ritmo propio que inclusive se puede prolongar por meses".
Pensando en el 2021, considera que una opción podría ser alternar las clases presenciales con las actividades a distancia, pues argumenta que esto les facilitaría observar de cerca los procesos de aprendizaje.
La sesión en el patio de la escuela no supera la media hora. Monserrat González les detalla las letras que deberán colorear y los dibujos que tendrán que identificar durante la semana.
Brevemente, también les habla del 20 de noviembre, de lo que fue la Revolución Mexicana, de Francisco I. Madero, Porfirio Díaz y Pancho Villa. Eso sí, para que no se emocionen, les advierte que este año no se podrán caracterizar de ningún personaje y mucho menos desfilar por las calles de su comunidad.