Utilizan artimañas sexuales para “confundir”, “engañar” a las plagas de machos insectos y así interrumpir el proceso de apareamiento, en este caso, del gusano cogollero, que es responsable de significativas pérdidas en cultivos de maíz en Veracruz. Se trata de las feromonas sexuales liberadas por las hembras para atraer a los machos.
Los insectos son particularmente sensibles a estas sustancias. Hay palomillas cuyos machos pueden detectar a una hembra a 1.6 kilómetros de distancia. Y volarán incluso en contra del viento con la única intención de reproducirse y asegurar la siguiente generación de su especie.
Las feromonas, sustancias químicas que liberan los seres vivos de forma natural para producir una respuesta entre miembros de su misma especie o de otras especies, una vez liberadas, se transportan por el aire y activan receptores muy especializados del sistema olfativo.
Esto les permite a muchos animales comunicar su estado de ánimo, salud o enfermedad o bien disponibilidad y compatibilidad sexual. Estas feromonas específicas involucradas en la búsqueda de pareja se les conocen como feromonas sexuales.
“El principal problema que tenemos en nuestras parcelas, en nuestros cultivos, es que el gusano cogollero nos empieza a atacar prácticamente desde que emerge la semilla. Si no controlamos eso, nos pega en el bolsillo porque nos baja drásticamente el rendimiento”.
Así lo expresó Humberto Pascual Hernández, productor de maíz de la comunidad El Aguacate, en el municipio de Hueyapan de Ocampo, en Veracruz, quien dijo que en busca de opciones para preservar sus cosechas y disminuir el uso excesivo de agroquímicos, “en conjunto con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), llegamos a este material de feromonas de Provivi, que es bastante funcional”.
Estas sustancias, las feromonas, pueden sintetizarse artificialmente para confundir a los machos de insectos plaga y así, interrumpir el proceso de apareamiento. Las feromonas sexuales para confundir al gusano cogollero se contienen en dispensadores de material poroso que permite su liberación prolongada durante 90 días en el campo. En cada hectárea se colocan 30, comentó Benancio Jiménez Gómez, coordinador técnico del Hub Chiapas, del CIMMYT.
“Sirven como herramienta preventiva y se instalan una sola vez en el campo al momento de la siembra y actúa durante 90 días. Estos dispensadores Provivi Faw, permiten medir la presión de la plaga o hacer control, según su uso. Se instalan en una garrafa con agua y requieren mantenimiento continuo.
Es importante acompañar esta herramienta dentro del manejo agroecológico de plagas, esto es, de prácticas sustentables y seguir monitoreando para asegurarse que los daños no rebasen el umbral económico.
Las feromonas bajan hasta 95% de la plaga
“Nosotros, este año, implementamos esta innovación con el objeto de transferirla a pequeños productores. El CIMMYT cubrió lo correspondiente a 5 hectáreas y el grupo de productores con quienes trabajamos gestionaron con Sanidad Vegetal las feromonas para otras cinco hectáreas” señaló el coordinador técnico del Hub.
Refirió que los resultados preliminares derivados de los monitoreos permiten observar que en las 10 hectáreas tratadas con feromonas hay menor incidencia de gusano cogollero en comparación con parcelas no tratadas.
“Con estos dispensadores hemos bajado en un 95% la incidencia del gusano cogollero. Estamos viendo hechos, resultados palpables. Podemos ver a simple vista la funcionalidad de esta alternativa agroecológica”, dijo Humberto Pascual Hernández.
Y esto se traduce en unas milpas menos estresadas, más sanas y por ende, en una mejor calidad del producto, en este caso de las mazorcas de maíz.
Además, como parte del manejo integrado del gusano cogollero, “nos beneficia bastante en nuestra economía, porque antes, hasta seis aplicaciones de plaguicidas hubiera tenido que hacer”.
Luego comentó: “Ahora ya no estoy expuesto a los químicos que a la larga me estaban dañando, me estaban intoxicando”.
Además de disminuir la exposición excesiva a insecticidas, los dispensadores de feromonas de confusión sexual también ayudan a la preservación de los ecosistemas, porque con el control de químicos, estamos eliminando a insectos benéficos que también nos ayudan de manera natural al control del gusano cogollero.
Con estos dispensadores, al no aplicar químicos ayudamos a mantener las diferentes faunas benéficas que ya de manera natural se encuentran en nuestro cultivo, dijo Humberto Pascual Hernández.
Y convencido de que las decisiones que tome en el presente impactarán en sus hijos y futuras generaciones, promueve esta y nuevas prácticas sustentables, como la agricultura de conservación, que permite preservar suelos y agua en su comunidad y otras aledañas.
“Invito a los productores que usen estas alternativas y que vean los resultados para que comprueben de manera real que es algo que sí funciona y que a la larga nos va a beneficiar en muchos aspectos: económico, en salud, mantener la biodiversidad y le vamos a dar vida a nuestro campo”.