Con el asesinato del alcalde de Nahuatzen, David Otlica, suman 79 alcaldes que han sido asesinados mientras estaban en el cargo desde 2005. La violencia asesina contra estos funcionarios vio su pico en 2010, durante el gobierno de Enrique Peña, cuando 16 fueron ultimados. Los casos reportados se concentran en la costa del Pacífico mexicano, en los estados de Oaxaca y Michoacán.