ZACATECAS. Dos eventos dejaron ver ayer que el gobernador David Monreal Ávila no tiene control sobre su entidad: una megamarcha que reunió a seis mil trabajadores de la educación inconformes porque el Gobierno estatal no les paga sus salarios y una nueva jornada de violencia con cinco bolsas con restos humanos halladas en las calles de una colonia popular de la capital zacatecana.
En un hecho histórico, miles de docentes zacatecanos se manifestaron ayer en contra del que llamaron “mal gobierno que está presente en la entidad”, y que lesiona el interés de todo el sector educativo. También denunciaron amenazas e intimidaciones a sus compañeros para que no exijan el pago de la segunda quincena de enero y una compensación federal que siguen pendientes.
“Dejamos patente la inconformidad, la molestia, el encono, el coraje de miles de trabajadores de la educación por no recibir lo que por derecho corresponde”, señaló el secretario general de la Sección 58 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Óscar Castruita Hernández.
La de ayer fue la segunda megaprotesta desde el 12 de septiembre del año pasado, cuando David Monreal asumió como gobernador. El mandatario culpa a sus antecesores de no dejarle los recursos para pagar los salarios y de no federalizar completamente la nómina magisterial.
Como lo hicieron en septiembre, cuando les dejaron de pagar su sueldo por más de 20 días, los maestros recorrieron la avenida González Ortega y siguieron por la avenida Hidalgo hasta llegar a la Plaza de Armas. Se detuvieron frente al Palacio de Gobierno y gritaron consignas contra el gobernador.
Fue alrededor de las 11:00 horas cuando más de seis mil docentes en activo y cuatro mil jubilados y pensionados bloquearon el boulevard Adolfo López Mateos, la principal vialidad de la capital y se mantuvieron en el lugar hasta casi las 15:00 horas.
“Es increíble que las autoridades educativas estén prohibiendo la participación abierta, libre y democrática de los trabajadores para exigir su salario, eso es represión”, señaló Castruita.
NUEVA JORNADA DE VIOLENCIA
A pesar de la presencia en Zacatecas del subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía, y de Audomaro Martínez, director del Centro Nacional de Inteligencia, para reforzar el programa de seguridad del estado, la mañana de ayer aparecieron cinco bolsas con restos humanos en una colonia popular de la capital zacatecana. Hasta el cierre de la edición, las autoridades aún no informaban sobre la cantidad de cuerpos que había en el interior de los sacos.
Mientras que en la colonia Las Quintas, del municipio conurbado de Guadalupe, policías encontraron el cuerpo de una persona sin vida a bordo de un vehículo.
Apenas el sábado, 10 cuerpos encobijados fueron tirados en las calles de Fresnillo, mientras que en Pánfilo Natera dejaron otros seis colgados en una bodega.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador lo que ocurre en Zacatecas es “un acto de provocación”, por lo que anunció que intensificará la presencia de elementos de seguridad en ese estado que es considerado como uno de los más violentos del país.
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Ayer, el gobernador se reunió con Mejía Berdeja y Martínez Zapata para revisar y ajustar las estrategias del Plan Zacatecas II, que entró en vigor desde el pasado 25 de noviembre para reforzar la seguridad en el estado. Esto, luego de que el 18 de noviembre nueve cadáveres fueron hallados colgados en un puente del municipio de Cuauhtémoc, mientras que otro estaba en el asfalto.
Ya con el Plan Zacatecas II implementado, el 6 de enero fue abandonada una camioneta con seis cuerpos a unos metros de la puerta principal de Palacio de Gobierno.
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