Culiacán.- Arreglos florales con las siglas JGL fueron colocados en dos de las lujosas tumbas que se encuentran en el panteón Jardines del Humaya, durante la celebración del Día de Muertos en esta ciudad.
En dicho cementerio afirman que se trata de un regalo del capo Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, quien se encuentra preso en Estados Unidos, condenado a cadena perpetua.
Esta no es la primera ocasión en que el líder del Cártel de Sinaloa envía en este día lujosos arreglos florales a tumbas de quienes fueron sus “amigos”, “compadres” o gatilleros ya fallecidos.
Los arreglos estaban hechos de rosas rojas y blancas, girasoles, margaritas, ave del paraíso, orquídeas y lilis, entre otras.
Uno apareció en la puerta de cristal de la lujosa tumba donde yacen los restos de Marcial Fernández, quien fue asesinado el 29 de agosto del 2010.
Marcial era hijo de Marcial Fernández Valencia, alias La Puerca, uno de los coroneles del narcotráfico que fungía como enlace entre las organizaciones de Sinaloa y Michoacán en ese tiempo y quien fue detenido semanas después del crimen en un hotel de la ciudad.
El día del crimen, el joven conducía un Ferrari blanco, que horas después se sabría que no era su auto, sino de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán. El auto de Marcial era un Lamborghini del mismo color.
La víctima fue interceptada en la colonia Las Quintas por dos camionetas de las que bajaron hombres armados que comenzaron a dispararle. Este caso causó escándalo en el medio policiaco ya que después del crimen y cuando policías y peritos de la entonces Procuraduría General de Justicia de Sinaloa realizaban los primeros trabajos de investigación, un comando de gatilleros llegó al lugar y se llevó el cadáver de Marcial Fernández y el vehículo.
El otro arreglo floral fue colocado en otra de las lujosas tumbas de Jardines del Humaya, la cual no se indica a quien pertenece. En los listos de los arreglos florales solo decía: “De tu amigo JGL” y de “Tu compadre JGL”.
El panteón Jardines del Humaya cobró fama en un principio por albergar en sus tumbas a políticos, empresarios, agricultores y gente adinerada, pero también porque en muchas de esas grandes, lujosas y extravagantes construcciones se encuentran los restos de personajes que han cobrado fama en el mundo del narcotráfico.
Allí yacen los restos de capos como Ignacio Nacho Coronel, Arturo Beltrán Leyva; familiares y sicarios que trabajaron para Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, Rafael Caro Quintero o El Güero Palma, entre muchos otros.