Tijuana.-Más de 500 migrantes que murieron en su intento de cruzar a los Estados Unidos, se encuentran enterrados y sin identificar en una fosa ubicada en Holtville, ciudad ubicada en el Condado del Valle Imperial.
En el pequeño pueblo de 5 mil habitantes, hace 16 años un grupo de activistas rentó un terreno para sepultar a 30 migrantes fallecidos, de los cuales no había rastro de algún familiar. Sin embargo la cifra fue aumentado al pasar de los años, hasta llegar a los 500 qué hay en actualidad.
Según platica Enrique Morones Careaga, fundador y director de Ángeles de la Frontera, mucha de la gente que descansa en la fosa, son aquellos que murieron en el Valle Imperial, y que ningún familiar reclamó su cuerpo, por lo que fueron enterrados por autoridades del Valle Imperial.
A pesar de que gobiernos de ambos lados de la frontera aseguran que la mayoría de los migrantes son mexicanos, activistas no descartan que entre los fallecidos haya personas de origen centroamericano.
Ángeles de la Frontera, a través del presidente de la organización, Luis Aragón, pretende realizar una campaña para identificar el ADN de los cuerpos sepultados, y con ello regresar la tranquilidad a cientos de familias que no conocen el paradero de su ser querido.
“Es importante hacer los estudios, porque si sabemos identificar una persona, eso valdría la pena para esa familia. Ya no están enterrando gente ahí , ahora los están cremando y tirando las cenizas al mar, y ahora no se va a poder saber quiénes eran esas personas”, comentó Morones Careaga.
Este próximo 14 de febrero un grupo de activistas y voluntarios de Ángeles de la Frontera, irán a Holtville, a recordar a los migrantes que ahí se encuentran descansando.
“Vamos a demostrar que si lo amamos, aunque no sabemos quienes son, son seres humanos y merecen amor y que vayamos y pongamos cruces y flores”, expresó el director de Border Angels.
2017 el año con más muertes de migrantes en el mundo
El director de Ángeles de la Frontera, Enrique Morones Careaga, señaló que el año pasado, más de 8 mil migrantes murieron en su intento de buscar un mejor futuro en otro país.
El activista indicó que la mayoría de las muertes ocurrieron en el norte de África y sur de Europa, con más de 6 mil decesos.
“Ese tema es mucho más grande en otras partes del mundo. En un día pueden morir 300”, precisó.
Señaló que en los últimos cinco años se ha presentado una reducción considerable de muertes en la frontera, sin embargo actualmente gran parte de los fallecimientos corresponde a migrantes de origen centroamericano.
Reveló que en el 2017 en la frontera entre México y Estados Unidos, perdieron la vida más de 300 personas, que no lograron alcanzar el sueño americano.
“Es muy difícil conseguir los datos, los gobiernos no quieren dar números, y si los dan, son más bajos, porque el gobierno mexicano se vería mal de que más personas quieren ir a Estados Unidos”, concluyó.