El corralón – depósito de combustible en Las Lajas (sobre vía federal) en Santiago Tulantepec, preocupa a las autoridades de que esta se convierta en una “bomba de tiempo”, ya que así como se retiran miles de litros por parte de PEMEX, también siguen llegando derivados de los operativos en la zona.
Al respecto, la alcaldesa de Santiago, Paola Domínguez, comentó que emitió instrucciones a Protección Civil y Seguridad Pública municipal para estar en constante monitoreo del espacio.
Agregó que se ha logrado que Petróleos Mexicanos saque ya varios litros de gasolina, “en promedio son 80 mil litros cada semana, – dos pipas de 40 mil litros cada una-, pero tampoco es suficiente para retirar todo”.
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Dijo ignorar la cantidad total hasta el momento, pero ya son entre dos y tres meses que se trabaja en el tema.
El problema, reconoció, es que sigue llegando el hidrocarburo decomisado, tras la estrategia contra el escamoteo: “Estoy pendiente, ya que desde hace unos meses empezó a aumentar su nivel de acopio de hidrocarburo incautado, por ello es que solicitamos con urgencia que se apliquen medidas de retiro y evitar riesgos”.
Insistió la presidenta que no quiere que suceda un daño mayor, “hay casas cerca; que un incidente causaría una tragedia por la cantidad de combustible almacenado; dependemos de la capacidad de la paraestatal para que se lleve lo decomisado”, manifestó.
De manera extraoficial se habla de hasta 300 mil litros aún en el sitio, pero sin confirmar el dato, e insistió, “no queremos que el lugar, -cercano a Singuilucan y Tulancingo-, se convierta en foco rojo”.
Es en el corralón de Grúas Gómez donde se tiene almacenado el combustible que se ha incautado. La decisión de la Procuraduría General de la República o PEMEX pudo deberse al convenio de que este corralón funcionara como bodega de huachicol recuperado.
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En materia de Protección Civil, el titular del área, Edmundo Hernández Chimal, mencionó en entrevista, que el sitio es revisado de manera permanente en lo que a ellos concierne, cuenta con extintores, y su espacio al interior está delimitado.
“En una parte tienen los vehículos con recipientes decomisados, y en la segunda área por accidente o detenidos. Inclusive donde hay bidones separados; por el momento, la preocupación es la cantidad de combustible y hay recipientes que tienen fugas, y entonces ellos como Protección Civil están atentos. El riesgo de material flamable es alto, sobre todo porque se crea energía estática”.
Hernández Chimal señaló que hay dos versiones del destino del hidrocarburo, pero nada oficial, pues hay discreción sobre el cómo se escogió el sitio y además los movimientos de cuando se canaliza a otro lugar. “Por un lado se dice que lo llevan a Catalina, Puebla, pero igual a la Refinería de Tula”.
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“La unidad tipo vactor succiona el combustible y separa la gasificación para sacarlo del sitio”. La capacidad del predio es hectárea y media; son 15 mil metros cuadrados que reciben de manera regional el decomiso del hidrocarburo.
Por su parte, en Seguridad Pública de Hidalgo comentó que ellos no tienen injerencia en el sitio, solamente realizan el operativo antihuachicol y como es delito federal, entregan lo incautado o asegurado al Ministerio Público Federal de la PGR, y ellos establecen el destino final.