En Nuevo León, las autoridades encaran a las víctimas que denuncian maltrato, les dicen que al rato se les quitan los golpes, que al rato se les olvidan (las agresiones), parece que tienes que “estar muerta para que te hagan caso”, afirma la colectiva Morras Feministas de MTY.
En entrevista con El Sol de México, las activistas lamentaron la situación de violencia de género que ocurre en el estado. Afirman que las autoridades minimizan las agresiones de las que son víctimas miles de mujeres al año, sólo en Nuevo León.
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La colectiva estuvo de cerca apoyando en un caso de violencia familiar ocurrido en la ciudad de Escobedo. La víctima, que fue agredida por su expareja, pidió ayuda para presionar a la Fiscalía luego de haber sido golpeada, junto con su hija, con un bate.
Así como en este y más casos, la respuesta que obtienen, dice Abigail Castellano, es que al no ser feminicidio, no hay delito que perseguir, lo que además de desconfianza, genera un miedo hacia aquellos que deberían estar para protegerlas.
“Claro que les tengo miedo (a la policía), porque yo sé que como quiera, me van a hacer caso hasta que esté muerta”, sostiene Leidy Pecina, miembro del grupo feminista.
Critican el actuar de las autoridades en casos que no trascienden a nivel nacional, pero también en aquellos como el de Debanhi Escobar, en particular el accionar del secretario de seguridad, Aldo Fasci, quien aseguró que el no hallar a la joven de 18 años fue una “falla masiva”.
“Es una falla humana masiva, ahí estuvieron (los elementos) cuatro veces y no encontraron nada, y no es la primera vez que pasa en las búsquedas”, declaró el secretario en conferencia de prensa.
Ante estas declaraciones, aseguran que lo que realmente se quiere es crear una pantalla y una farsa para hacerle creer a la sociedad que se está trabajando y se está haciendo lo posible para erradicar los ataques contra las mujeres, pero las pruebas de que no es así están expuestas luego de lo sucedido con Debanhi Escobar.
Mucha injusticia, muchas mentiras
Las mujeres de esta colectiva estuvieron pendientes del caso de Debanhi Susana, donde recibían información que, aseguran, no coincidía con la de la Fiscalía e incluso algunos descubrimientos les fueron ocultados.
En una de las zonas donde se vio por última vez a la joven, se encontró el cuerpo de una mujer que, al no ser la que se buscaba, se pidió que fuera identificada, pero les fue negada cualquier información.
“Es muy alarmante que se encuentren cuerpos y no se sepa quiénes son, ¿quién les va a llorar?, ¿quién les va a pedir justicia?, ¿por qué no nos quieren dar nombres?”.
Los datos que iban recolectando provenían de los grupos feministas y de búsqueda que acompañaron a Mario Escobar, padre de la joven de 18 años que desapareció en Nuevo León el 9 de abril y fue encontrada sin vida 13 días después, ya que coordinarse para acudir a las zonas donde se buscaba, resultaba peligroso debido a la inseguridad.
Sin embargo, su apoyo en el caso y los miles más que hay en el estado, consiste en la difusión y en la organización de diversas marchas para ejercer presión y exigir justicia, las cuales, subrayan, consideran la única forma de ser escuchadas, por lo que no les importa que sea difícil y cansado.
“Hemos estado marchando yo creo que dos o tres veces por semana desde marzo, a veces en fin de semana, a veces entre semana, en los horarios que podemos, porque es la única manera en que nos hacen caso, nos escuchan o mínimo nos voltean a ver”.
Durante estas movilizaciones, reciben comentarios de todo tipo. Mientras algunas personas les expresan su apoyo, otras las acusan de ser parte de partidos políticos, e incluso de recibir dinero de ellos, pero dejan en claro que eso no las detiene y seguirán saliendo a manifestarse.
Autoridades no quieren trabajar por las mujeres
Los distintos tipos de violencia de género que se viven en su estado, son descartados sin importar el tipo de ataque que se denuncia, y la colectiva ha comprobado que así es como se manejan, con poco interés y carencia de sensibilidad.
“Aquí entran la corrupción y las ganas de trabajar, porque no quieren trabajar, no quieren trabajar por las mujeres en Nuevo León”.
Por otro lado, hay una inconformidad con las acciones del gobernador Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez, quienes salieron a hablar con las mujeres en un intento de apaciguar la molestia e indignación, pero que, para ellas, solamente dejaron en claro que no conocen ni entienden el miedo que ellas viven a diario.
Producto de esto, las mujeres en Nuevo León han modificado su actuar para evitar ser víctimas de delitos como secuestro, aumentando sus medidas de seguridad cuando tienen que utilizar aplicaciones de taxi mandando toda la información posible del conductor y el automóvil a su grupo de amigas.
Apoyo mutuo, esa es la base
La Colectiva Morras Feministas MTY, es un grupo creado en el 2021, joven a su consideración, pero que ha logrado mucho gracias al apoyo de las mujeres que se acercan a pedir u ofrecer ayuda en casos poco visibilizados.
“Parte desde el amor y del cariño de todas estas mujeres que estamos en la colectiva,(...), de ahí nace, de esa necesidad de apoyo mútuo entre mujeres, yo creo es es la base de todo esto”.
Las feministas que lo conforman, no solicitan que las mujeres que se acerquen y quieran ser parte de su asociación compartan sus mismos ideales. Para ellas no importa si están de acuerdo o no con el movimiento, ellas van a luchar por todas las que lo necesiten alzando siempre la voz.
"Tener esta voz de poder decir, aquí estamos las nuevoleonesas y resistimos.(...) Yo estoy viva porque resisto con el apoyo de todas”.