CHIHUAHUA, Chih.- En México existen 388 personas de la etnia tarahumara en prisión, de las siete mil 430 personas de población indígena en dicha condición que registra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con datos del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS).
La etnia que registra más población reclusa es la náhuatl, seguida de la zapoteca, la mixteca, la tsotsil y la maya.
En el caso de los presos tarahumaras, la mayor parte de los internos son de los municipios de Guachochi, Guadalupe y Calvo y Urique y en menor proporción le siguen Chihuahua, Juárez, Bocoyna, Parral, entre otros municipios.
La mayor parte de los internos son personas de los 20 a los 30 años (en su mayoría de 26 a 30 años) por lo que el promedio es de 31 años y solo 5 por % de los delitos es por tesgüinada.
Un 6% cometió el delito bajo influjo de tesgüino, aunque no en una tesgüinada, y 6% más al estar ingiriendo cerveza, en tanto que 7% señaló haber hecho una mezcla de bebidas.
El 4% de los detenidos señaló haber consumido otro tipo de bebidas en tanto que 2% de los rarámuris delinquió tras haber consumido marihuana y un 2% más otras drogas.
En cuanto a la edad de los sentenciados que purgan una condena, la mayor parte, 36%, pagan entre 6 y 10 años de prisión, y a este número de años le sigue el de 16 a 20 años con 15%, de 0 a 5 años con 14%, de 11 a 15 años 10%, y de 26 a 30 años 6% de los internos.
Destaca que la mayor parte de los internos son bilingües, 31% solo hablan español por procesos de pérdida de lengua materna en sus comunidades.
Asimismo, 66% dijeron no tener intérprete; del 32% que lo tuvieron, la mitad aseguró no entender al traductor.
Por otra parte, de los temas detectados fue la relación entre el imputado y su defensor ya que el 17% entendieron poco o nada a su abogado, y otro dato es que desde la perspectiva de la justicia rarámuri, el derecho a hablar y conciliar es un punto sustancial para llegar al acuerdo de reparación del daño, mientras que en sistema de justicia mestizo se prioriza el guardar silencio como medida para salvaguardar derechos.
El 70% de los 388 tarahumaras que están presos fueron recluidos por homicidio, 20% por delitos sexuales y 3% por delitos patrimoniales, pero destaca que del 50% de los casos, quienes cometieron los delitos se encontraban intoxicados con alcohol u otro tipo de drogas, de acuerdo la encuesta de Percepción sobre el Debido Proceso en Internos Indígenas elaborada por la Comisión para los Pueblos Indígenas.
De los delitos sexuales que representan 20%, 1% fue abuso sexual, asimismo 1% es por violación y otros, en tanto que el 18% es por violación únicamente.
En los delitos contra la familia que representan 3%, el 2% es de violencia familiar y 1% violación y violencia familiar.
En lo que respecta a los delitos contra la vida que conforman el 73% de los internos de dicho Cereso, solo 1% está por feminicidio, 70% por homicidio, 2% por homicidio y violación, y 1% por homicidios y otros delitos.
En cuanto a delitos patrimoniales que son el 3%, en proporción de 1% se encuentran en robo, extorsión y robo de vehículo.
Los delitos contra la integridad física constituyen 2% con lesiones, y los delitos contra la salud 1% por posesión de drogas.
Pese a esto, el alcohol se considera la principal causa de comisión de delitos, toda vez que aunque no todos declaran estar en estado de ebriedad, la mayoría afirma haber bebido una copa de algún destilado.
De los datos que destacan de dicha encuesta, demuestra que
22% de los presos se entregaron directamente o por voluntad propia, en tanto que 60% no está de acuerdo con lo que se imputa y 35% sí lo acepta, en tanto que el resto no contestó.