LA PAZ, BCS.- Entre un 15 y un 20 por ciento de los gerentes de los aproximadamente 120 hoteles de Los Cabos son de origen estadounidense y vienen contratados de origen con un status migratorio que les permite trabajar de manera legal en México; buena parte de los cargos directivos también están en manos de extranjeros, sin embargo, su presencia en el sector se incrementa en el caso de las áreas de ventas, en donde prácticamente la totalidad son ciudadanos del país del norte, también con un status migratorio legal.
Las empresas los contratan debido a que el 95 por ciento de sus clientes provienen de Estados Unidos y a estos visitantes les gusta ser atendidos por personas de su mismo origen y que hablen el mismo idioma.
Tanto gerentes como encargados de ventas han ingresado al país de manera legal y en muy pocos casos tienen la doble nacionalidad.
Fuentes de El Sudcaliforniano señalaron que hasta hace unos 10 años prevalecía una anarquía en cuanto a la presencia de ciudadanos de otras nacionalidades ya que la mayor parte trabajaba de manera ilegal, aunque poco a poco las mismas compañías fueron aplicando criterios más selectivos para contratar a norteamericanos; en la actualidad, algunas empresas hoteleras incluso piden como requisito tener al menos un año de residencia en Los Cabos.
TIEMPOS COMPARTIDOS
En el caso de los freelances que se dedican por su cuenta a la venta de tiempos compartidos -OMCs-, casi la totalidad está trabajando de manera irregular y en su gran mayoría son extranjeros; no hay registro oficial del número de personas en esta actividad, pero su labor es de gran importancia para el sector debido a que de los 15 mil cuartos de hotel que hay en San José y Cabo San Lucas, al menos 8 mil operan con este esquema, que incluye además a centenares de residencias, cabañas de playa y departamentos que se rentan para vacacionar por día, semana o mes, en estos últimos casos, sin registro ante la Secretaría de Hacienda ni permisos de ningún tipo.
Estos vendedores libres no tienen relación laboral con las empresas y cobran en promedio un 7 por ciento de comisión; una de las fortalezas para el éxito de este esquema de ventas es que se ofrece la estancia hasta 40 por ciento más barata que lo que cuesta rentar un cuarto de manera normal, con o sin reservación, y le da al cliente la posibilidad de ocupar su espacio en cualquier época del año e incluso intercambiarlo con otros sitios de diversas partes del mundo.
Hay también una amplia presencia de contratistas estadounidenses que se dedican a la construcción y al mantenimiento de residencias; este fenómeno se presenta con mayor frecuencia en el corredor turístico Todos Santos-El Pescadero, en donde están asentados más de dos mil estadounidenses.
El impacto de la presencia de extranjeros en esta región del sur del municipio de La Paz y norte de Los Cabos es de tal relevancia, que casi la mitad de los habitantes trabajan para ellos como jardineros, en limpieza, recogiendo basura o cuidando las viviendas. Lo mismo sucede en Cabo del Este, en el litoral del Golfo de California.
EN BCS VIVEN 60 MIL EXTRANJEROS
Según datos del Instituto Nacional de Migración en Baja California Sur, viven 60 mil extranjeros y de éstos el 40 por ciento cuenta con residencia permanente; la mayoría en el municipio de Los Cabos y de éstos el 90 por ciento son de EU y el resto canadienses.
El INM recibe en el sur de la península un promedio de 30 solicitudes de visa por día para trabajar o estudiar en esta entidad, o para adquirir residencia permanente o temporal.
Fuentes de El Sudcaliforniano señalan que además del dato oficial sobre extranjeros en Baja California Sur, hay una cifra negra de norteamericanos que ingresa en calidad de turistas y se quedan a trabajar durante los seis meses que les permite su visa.
LOS QUE LLEGAN PARA NO VOLVER JAMÁS
Para el negocio inmobiliario el gusto por Baja California Sur de parte de canadienses y norteamericanos se ha convertido en un filón de oro; exclusivas residencias en las playas más bellas del estado son vendidas a extranjeros vía fideicomisos, en donde los principales clientes son ciudadanos de la tercera edad, jubilados y pensionados que escogen las tranquilas playas vivir sus últimos días. Sitios como Punta Abreojos en la zona pacífico norte, Punta Chivato o Loreto en la parte central del Golfo son los preferidos. Ahí, son constantes los decesos de inquilinos, que una vez fallecidos otra pareja pasa a ocupar la residencia.
LOS EXTRANJEROS TERRATENIENTES
No hay cifras oficiales sobre la venta de tierras a extranjeros, pero se sabe que al menos el 9 por ciento de las 5.4 millones de hectáreas propiedad de ejidos de Baja California Sur han salido del régimen ejidal para adoptar el dominio pleno, casi en su totalidad con fines de venta:
Ejidos con terrenos frente al mar como La Ribera, Todos Santos, El Pescadero, El Sargento, Santo Domingo, Ley Federal de Aguas 2 y 3, Santo Domingo, Revolución de 1910, San Lucas, Tepentú, Alfredo V. Bonfil, Reforma Agraria, Conquista Agraria, La Purísima y Loreto, entre otros, han vendido casi la totalidad de sus tierras frente al mar, en muchos casos a extranjeros, a empresas mexicanas con capital norteamericano o a favor de Organizaciones No Gubernamentales de corte ambientalista que reciben financiamiento de Estados Unidos.
La adquisición de tierras por parte de extranjeros no se refleja necesariamente en desarrollo inmobiliario; grandes extensiones de playas son adquiridas con fines especulativos. En playas de Bahía Concepción hay playas que se rentan por año.
PARTICIPAN EN ASUNTOS POLITICOS
Pero la presencia de extranjeros en Baja California Sur no solo se refleja en las fuentes de trabajo que ocupan, en las inversiones que promueven, en las residencias que ocupan o en los cuartos que rentan; en Todos Santos fue necesaria la intervención del Instituto Nacional de Migración luego de que un numeroso grupo de norteamericanos que ingresaron al país como turistas se inmiscuyeron en cuestiones políticas, con marchas, mítines y discursos en eventos masivos: la gota que derramó el vaso, fue la arenga del músico Peter Buck, quien durante uno de sus conciertos en ese pueblo mágico hizo un llamado a la comunidad a no permitir la entrada de un proyecto turístico en una playa cercana conocido como Punta Lobos, y llamó corruptos a los funcionarios mexicanos.
Luego de que su arenga se difundió en redes sociales y medios de comunicación, el gobierno se vio obligado a intervenir y desplegó un operativo, aunque no hubo necesidad de aplicar a nadie el 33 constitucional; los extranjeros se fueron solos y desde esa fecha no han vuelto a intervenir en asuntos públicos.
En el desfile del 20 de noviembre del 2016, en La Paz, un norteamericano se integró a la marcha conmemorativa de la Revolución de 1910 montando un caballo, con sombrero y ropa vaquera, y el pasado 1 de junio Día de la Marina, las autoridades entregaron un reconocimiento a un extranjero con doble nacionalidad que a la hora de entonar el himno nacional no supo la letra de ninguna estrofa.