Texcoco, Méx.- Familiares de internos del Centro Preventivo de Readaptación Social (CPRS) “Alfonso Quiroz Cuarón”, denunciaron que al interior del penal, los reos sufren de extorsiones y son obligados a pagar por los servicios.
La tarde del miércoles, se presentó un amotinamiento dentro del penal, también conocido como “Molino de Flores”, y los familiares que pudieron llegar antes de que los accesos fueran cercados por personal de las fuerzas armadas, exigieron conocer el estado de sus internos.
Sin embargo, la información, aseguraron, les fue negada y el personal del penal solo les pidió dejaran los nombres de sus internos. Fue hasta la mañana de este jueves que permitieron a los familiares entraran al estacionamiento para darles informes.
Los familiares, aseguraron que sus internos sufren de maltrato por parte de custodios y directivos del penal, así como extorsiones y pagos que realizan por los servicios que se ofrecen al interior.
Pidieron la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), para garantizar la integridad de los reos, y de la Secretaría General de gobierno mexiquense para investigar los abusos.
Los denunciantes, quienes solicitaron anonimato por temor a que sus familiares sean castigados, refirieron que hace más de tres semanas fueron nombrados nuevos directivos en el reclusorio que han actuado autoritariamente, para imponer las reglas del reclusorio, incluso llegando al maltrato de la población penitenciaria.
Señalaron que los presos son castigados por cualquier cosa, y los custodios continuamente les piden dinero por dejarlos en paz, por lo que sin duda la corrupción es una práctica común al interior, “tienes que pagar continuamente para tener derecho a los servicios que hay al interior. Hasta para entrar a la visita quieren su mochada”, dijeron los familiares.
Otra problemática, dijeron, es la sobrepoblación de los presos, ya que se encuentran hacinados y si reclaman, son aislados y castigados.
Queremos que se destituya a los directivos y pedimos la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, para garantizar la integridad de los presos.
Tanto al interior del penal como en el exterior continúa la vigilancia por parte de un grupo de elementos de la Secretaría de Seguridad del estado de México.