La flor de cempasúchil es la que los irapuatenses más compran durante esta temporada por su simbólica presencia.
La flor de cempasúchil, también conocida como marigold o tagetes, destaca por su fuerte color amarillo, aunque hay de más colores como crema, amarillo claro y pintas, que son una mezcla de rojo y anaranjado, además de que tienen un peculiar olor.
Durante la época prehispánica, los habitantes la eligieron para adornar los altares, ofrendas y entierros que dedicaban a sus difuntos, hasta la fecha los mexicanos han conservado la tradición en el Día de Muertos.
En México se utiliza como decoración y ofrenda ritual en los tradicionales altares de muertos, sus pétalos son utilizados para marcar un camino, que significa, el camino que deben de seguir las almas de los difuntos hacia los altares en su honor; ya que contaban que los pétalos guardaban el calor del sol e iluminaban el camino de regreso a los difuntos.
Giovanni Ramírez, vendedor de flores de cempasúchil por más de 10 años, explicó que la flor se cosecha a finales de verano y principios de otoño, pasan alrededor de tres meses, desde que la siembran en una maceta y es llevada a vender.
Mencionó que la siembran en el Estado de México, porque el clima de Guanajuato es caluroso, por lo que requiere un clima frío e intenso, ya que permite controlar de mejor forma los invernaderos. “Estas flores pertenecen a una familia que se llama Asteraceae, de la misma familia de los girasoles, estas flores son totalmente de sol, por lo que es recomendable siempre tenerla en el exterior y al sol”.
Giovanni Ramírez comentó que la tradición de comprar flores, principalmente en maceta, ha aumentado desde hace 10 años, ya que antes las personas la compraban en racimos, pero implicaba mayor cuidado y menos vida de la flor, por lo que las personas han comenzado a comprarla directamente en maceta, pues sus cuidados son más fáciles.
La maceta de la flor de cempasúchil se adquiere entre los 20 y 25 pesos, por lo que es accesible y económica; al rededor de toda la ciudad puede apreciarse su distinguido color amarillo intenso, que adorna los altares de las escuelas, plazas, comercios y calles de Irapuato.