Cuernavaca.- En marzo de 2017 inició la exhumación de los cuerpos de la fosa común ubicada en el panteón de la colonia Pedro Amaro, de Jojutla, sin que los trabajos concluyan hasta el momento. La fosa clandestina revela una serie de complicidades que incriminan a la Fiscalía de Morelos de sexenios pasados.
Actualmente, la zona cero de la fosa común donde fueron arrojados cuerpos sin identificar se encuentra perdida entre la maleza y basura. Las tarimas que debían proteger la zona ya se vencieron; se pudrieron, mientras que el cerco de seguridad desapareció.
Las fosas comunes de Tetelcingo y Jojutla sacaron a la luz una cadena de complicidades con los criminales; de acuerdo con las organizaciones de búsqueda Eslabones por los derechos Humanos, Búsqueda de familiares regresando a Casa Morelos, Enlaces Nacionales y el Movimiento por la paz con justicia y dignidad, los hechos rayan en actos de lesa humanidad por parte de la Fiscalía de Morelos, pues en el lugar arrojaron cuerpos de niños, hombres y mujeres sin el registro del inicio de una investigación.
El fiscal del estado, Uriel Carmona Gándara, refirió que la falta de presupuesto es lo que ha provocado el atraso en los trabajos que se realizan para la identificación de víctimas ubicadas en las fosas de Cuautla y Jojutla.
El funcionario estatal afirmó que en administraciones anteriores hubo irregularidades en el manejo de los cadáveres, lo que detonó los casos de Tetelcingo y Cuautla; sin embargo, dijo, no se ha avanzado a la velocidad que se espera debido a la falta de presupuesto y personal. “No se ha avanzado a la velocidad queremos por falta de presupuesto y de personal, pero estamos ya trabajando junto con la Secretaría de Gobernación”, dijo.