A las pozas y humedales de Cuatro Ciénegas, en donde se encuentra enterrado en sus poros el mar del pasado, le quedan cinco años de vida, declaró Valeria Souza Saldívar en exclusiva a El Sol de la Laguna. Ella ha decidido poner fin a sus estudios en el lugar, para cerrar su carrera científica y estudiar el mar del presente para preservarlo.
Valeria Souza llegó en el año 1999 a la región centro de Coahuila como parte de un proyecto de la NASA porque las características de Cuatro Ciénegas eran muy similares al planeta primitivo. Fue invitada por Wendell L. Minckley para que demostrara la existencia del mar. En ese entonces nada hacía sentido: había peces, agua salada; la costa más cercana se encuentra a 783 kilómetros de distancia.
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También halló la evidencia más vieja de vida en el planeta: los estromatolitos, que fueron los primeros oxigenadores de la atmósfera y son formadores de zonas arrecifales.
Uno de los principales problemas que encontró, es que el agua en el lugar se estaba acabando por la siembra de alfalfa y la creciente actividad agrícola, cuando en realidad el municipio era un lugar lleno de humedales, cuyas características no eran propicias para la siembra.
En su última visita, realizada entre el 13 y 16 de marzo pasado, encontró que el agua de las pozas ha bajado drásticamente. Esto se une a que en 2006 fue testigo de la extinción de la Laguna Grande, en 2011 de la muerte de miles de tortugas y peces de La Laguna de Churince.
“Me di cuenta en de su deterioro en la tasa en la que se está perdiendo el agua, sobre todo la poza de La Becerra está muy bajita el agua, nuestro sitio de trabajo que está en Rancho Pozas Azules bajó 25 centímetros el agua en seis meses. Le queda muy poco a Cuatro Ciénegas. Yo calculo cinco años de vida porque la tasa en la que se sigue sacando el agua es la misma o mayor”.
El sitio de trabajo del que habla Valeria Souza Saldívar, Investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Autónoma de México, ellos le llaman Domos del Arqueano y es donde han encontrado la mayor diversidad del mundo en bacterias y arqueas (microorganismos unicelulares)
“En ese charquito de 50 por 25 metros, es el lugar más diverso del mundo, o al menos eso era y lo hemos averiguado con lo que se llama metagenómica, le sacamos el DNA total, lo secuenciamos completamente y luego armamos el rompecabezas. Dentro de ese rompecabezas que hemos estado armando de ese lugar en particular, encontramos a los ancestros de todas las células con núcleo que somos nosotros los eucariontes, entonces la importancia evolutiva que tiene “Domos del arqueano” es gigantesca”.
Relató que en la última muestra ya no existía el tapete microbiano superficial, o sea un ecosistema formado de manera natural donde conviven diferentes tipos de microorganismos. Y esta ausencia de tapete microbiano, era porque ya no hay agua superficial.
“Cuando llegamos todo el valle era un tapete microbiano. Donde pisabas se sentía húmedo, cortabas un pedacito y se veían las capas de colores de los tapetes microbianos. Ahora casi todo está seco. El sistema que estudiamos durante 16 años es un cementerio de tortugas y solamente queda el ojo de agua bastante disminuido. Yo he visto cómo se ha perdido el agua. Inclusive dentro del pueblo. Cuando llegamos había agua dentro de las acequias, ya no hay. Y todo esto por un desarrollo totalmente enloquecido de campos de alfalfa. Yo no quiero ver la muerte de las tortugas. Ya les lloré demasiado ¿Y a cambio de qué? De una alfalfa que vale dos pesos el kilo”.
Contó que regresará a Cuatro Ciénegas de visita, estará en el eclipse del año 2024, pero con recursos propios, ya no en vehículos ni con recursos de UNAM. Platicó que le faltan cuatro años 11 meses para tramitar su jubilación, acaba de cumplir 65 años de edad y se dedicará a dar clases en escuelas zapatistas y a ser artista, la pintura es una de sus grandes pasiones.
“Estos últimos cinco años de academia se los voy a dedicar al mar, al mar actual, a limpiar el mar de ahorita, se puede, tenemos con qué. Los bichos de Cuatro Ciénegas son esenciales para esto”.
El heredero de Cuatro Ciénegas
Valeria Souza Saldívar platicó que el trabajo que está realizando Héctor Arocha Garza al frente del laboratorio Genesis 4C, es fundamental para conservar los humedales.
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“Héctor es mi heredero en Cuatro Ciénegas, le voy a mandar todas mis bacterias de 24 años de trabajo, se van a ir cuando tengamos el tanque de nitrógeno completo, se van a ir con él. Es que son cientos de bacterias que hay que llevar, pero no se pueden descongelar, ahorita están en un refrigerador a menos 80 grados centígrados, entonces para hacer el viaje de 12-14 horas, necesitamos un tanque de nitrógeno donde podamos meter miles de tubitos”.
Valeria Souza Saldívar es la primera mexicana miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias, a la que también pertenecieron Charles Darwin y Albert Einstein.
||Publicado en El Sol de la Laguna||