Ciudad Juárez se convirtió en refugio para muchas personas que llegan de otros estados o ciudades de Chihuahua, para intentar cruzar hacia Estados Unidos en busca del sueño americano, pero al ver frustrada su intención se quedan en esta localidad fronteriza, donde su único refugio son las calles.

Durante la temporada invernal su situación se complica, ya que tienen qué soportar bajas temperaturas, sin embargo, autoridades municipales habilitan albergues para indigentes, donde les dan cobijo y alimentos, además de que también llegan juarenses con algo de comida y ropa para estas personas.

Los albergues son habilitados durante la temporada de invierno desde el mes de noviembre hasta el 21 de marzo del próximo año, tiempo en que dura el invierno, declaró Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil del municipio.

El funcionario municipal destacó que hay personas que año con año vienen a refugiarse en el albergue porque carecen de una vivienda en la ciudad, principalmente los indigentes que deambulan por las calles de Juárez.

Muchas personas del interior del país vienen a Ciudad Juárez con el deseo de intentar cruzar a Estados Unidos buscando el sueño americano, sin embargo, la realidad es que la mayoría se queda en el intento y su único refugio son las calles oscuras de la ciudad en donde se quedan a dormir.

Afortunadamente, durante la temporada invernal, las autoridades municipales habilitan albergues para personas indigentes o que vienen de otras partes del territorio mexicano como es el caso de dos personas que platican sus historias.

Siempre con esperanzas

Manuel Martínez tiene dos meses que vino desde Gómez Palacio, Durango, lugar de nacimiento, quien con la intención de tener un mejor trabajo decidió viajar a esta ciudad fronteriza del norte del país, sin embargo, su destino no ha sido del todo afortunado.

Platica que en estos dos meses se ha quedado a dormir en la calle, ya que con el fin de no molestar a sus familiares que tiene en esta ciudad prefiere dormir donde lo agarre la noche.

“Principalmente busco lugares públicos como en el Hospital General, además porque van personas a regalar comida y bebidas calientitas”, comentó Manuel mientras disfrutaba de unos tamales con café que regaló una familia a las personas que se quedan en el albergue ubicado en la calle 20 de Noviembre y Ramón Corona, enfrente al monumento a Benito Juárez.

Su mayor deseo en esta Navidad es estar con su hija y sus seis nietos que viven en Meoqui, Chihuahua, para ello, trabaja por días en la construcción con el fin de juntar el dinero suficiente para visitarla para el año nuevo, ya que en Navidad es muy difícil porque ya está próximo.

Separado de su esposa, don Manuel expuso que el alcohol lo ha dejado de su familia, por lo que manifestó su deseo de dejar el vicio y reencontrarse con sus seres queridos.

“Necesito juntar como tres mil pesos para visitar a mi hija que está en Meoqui, ella no sabe en las condiciones en que vivo en Ciudad Juárez, es mejor así para no causarle más preocupaciones”, señaló.

A la espera

Mientras disfrutaban de la cena, Alberto Villaseñor, otro de los que pasan la noche en el albergue, dijo que tiene cinco días que está en Ciudad Juárez y vino de la ciudad de Delicias, Chihuahua, con el propósito de cruzar a Estados Unidos, no obstante, su hermana que vive en Los Ángeles, desconfía mandar dinero a los “polleros” porque la van a estafar para cruzarlo.

Indicó que por lo pronto continuará durmiendo en el albergue hasta que pueda lograr cruzar a la Unión Americana.

Lastimado de su columna al caerse de un caballo, Alberto Villaseñor expresó que le ayuda a una señora a vender dulces y le da un dinero para poder alimentarse, por lo pronto su único refugio es el albergue para poder dormir calientito bajo un techo.

Así como ellos, cientos de personas que buscan un refugio para pasar la noche, sobre todo en esta temporada invernal que por lo regular, las temperaturas son gélidas.

La señora Blanca Estela Rivera en compañía de su familia, llevó alimento suficiente para regalarles a los más de 30 personas que se encontraban en el albergue del monumento a Benito Juárez.

Comentó que lo hace como agradecimiento por lo que Dios nos da, por lo que trata de ayudar a las personas que lo necesiten no nada más en el albergue, sino también en hospitales o en lugares donde necesiten del apoyo de la ciudadanía.

Tamales y café fue repartido por la familia de Blanca Estela a cada una las personas que duermen en el albergue.

El director de Protección Civil del Municipio, Efrén Matamoros Barraza, comentó que el albergue que se encuentra a un costado del monumento a Benito Juárez tiene una capacidad para albergar a 90 personas que la mayoría son indigentes y otras que vienen a Juárez con el propósito de intentar a cruzar a Estados Unidos.

Matamoros Barraza informó que cuando llegan al lugar se les entrega una cobija, además se les ofrece alimentos calientitos como sopa, galletas, pan y café, además viene gente a regalar alimentos.

Destacó que hay personas que año con año vienen a refugiarse en el albergue porque carecen de una vivienda en la ciudad, principalmente los indigentes que deambulan por las calles de Juárez.

En esta temporada es cuando más personas llegan a pasar la noche que oscilan entre los 40 a 60 personas diarias, la mayoría hombres.

El titular de Protección Civil, dijo que el pasado lunes llegaron tres mujeres a dormir, por lo que se les habilita un área especial para ellas, para que no sean molestadas.

Afirmó que las autoridades estatales hacen revisiones periódicas en los albergues para ver las condiciones en que se encuentran.

Expuso que vienen de la Secretaría de Salud, Coespris y Protección Civil para avalar las condiciones del inmueble y de las personas que llegan al lugar a dormir.

Dijo que el albergue cumple con todos los requisitos, para ello, tienen una coordinación con Protección Civil del estado.