Autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) y policías federales frustraron el viacrucis cubano que se formó en Tapachula con la intención de viajar a Estados Unidos.
Los más de 300 isleños alquilaron autobuses para realizar el viaje a la frontera norte del país, sin embargo, al llegar al Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo Huixtla, mejor conocido como Garita de Cerro Gordo, los agentesles cerraron el paso.
Un elemento del INM, identificado como Octavio Vázquez, les ofreció legalizar su estancia, para lo que tendrían que ser trasladados a la Estación Migratoria Siglo XXI, pero los extranjeros no aceptaron, por lo que confrontaron verbalmente a las autoridades mexicanas.
Migración habilita albergue para migrantes en Tapachula
Por ello, los mas de 300 cubanos continuaron su trayecto al centro de Huixtla para sumarse a la caravana de centroamericanos que ahí descansa.
Al respecto, Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, expresó que mientras el gobierno federal promueve la migración, los agentes del INM y la Policía Federal buscan detenerlos.
Agregó que migrantes cubanos que contaban con amparos y Números de Trámites Únicos (NUT) fueron deportados, por lo que afirmó que "nunca en la historia de México había tanta represión a la migración, obedeciendo a Donald Trump".
Precisó que los indocumentados cubana están varados en Chiapas debido a que la oficina de Regularización Migratoria está cerrada, los caribeños no pueden hacer sus trámites y permanecen en el limbo migratorio.
ACUSAN XENOFOBIA
Además, Huixtla y sus municipios vecinos fomentan la xenofobia y criminalizan a los migrantes, acusó el activista y párroco, Heyman Vázquez Medina.
El titular de la iglesia de San Francisco de Asis señaló que alcaldes de la región y las autoridades de los tres ordenes de gobierno discriminan y torturan psicológica y físicamente a los extranjeros, ya que no les permiten el acceso a las plazas públicas o los orillan a permanecer en sitios inadecuados cuando buscan descansar.
Apuntó que en el caso particular de Huixtla, el alcalde José Luis Laparra Calderón ordenó a la policía municipal que bloqueara el acceso a este municipio, orillando a los migrantes a desviar su camino hacia un terreno en el cual no hay manera de obtener agua o alimentos y están a la intemperie.
Incluso, el prelado señaló que mediante el voceo en las calles se alertó a los pobladores para permanecer en sus vivienda y a los comerciantes que cerraran sus negocios ante la llegada de miles de "peligrosos y delincuentes" migrantes.
José Luis Laparra Calderón, de origen morenista, ya fue denunciado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por impedir el paso de las caravanas a la localidad, situación que derivó en una recomendación que lo insta a recibir a los extranjeros que decidan pasar por su territorio en camino al norte del país.