Valentín es un perrito que estuvo vagando en las calles de Playa del Carmen, Quintana Roo por varios días aún cuando presentaba heridas por quemaduras y es la asociación Huellitas de Amor A.C en Mérida que está atendiendo su caso.
"Valentin fue quemado quizá con aceite hirviendo, algún ácido o con fuego, desconocemos que le sucedió, anoche fue reportado, y lleva más de 5 días en estas condiciones sin que nadie lo auxilie", detalló.
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La asociación civil detalló que las heridas que presenta Valentín corresponden a quemaduras de segundo grado en 12 por ciento de su cuerpo que le hicieron con gasolina y tiene un gran riesgo de contraer una infección que, de acuerdo con los veteriarios que consultaron, podría ser muy difícil de combatir.
Diversas personas han aplaudido la acción de Huellitas de Amor, pues a pesar de que dos veterinarios de Playa del Carmen les dijeron que lo mejor era dormirlo, la organización decidió luchar por la vida del perrito.
"Valentin es un gran guerrero estar en esta situación por días vagando sin que nadie le hiciera caso, nos demuestra sus ganas de vivir, no les vamos a mentir es un caso muy grave, extremadamente delicado", detalló.
"Las personas que saben como sucedieron los hechos digan quien es esa persona (si se le puede llamar así) no sean cómplices de esemaltrato. #justiciaparavalentin" y "esperemos que Valentín se recupere y que el responsable pague por esto", son algunos de los comentarios que las personas han externado por el caso de Valentín.
Por otra parte, el Centro de Control Animal, Asistencia y Zoonosis de Solidaridad de Playa del Carmen, se unió a la causa de Valentín ofreciendo una recompensa para quien aporte información sobre la persona responsable de quemar al perro con gasolina.
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Recientemente, se llevó a cabo una marcha en varias partes del país para exigir un alto a la violencia contra los animales, pues han trascendido varios casos de agresiones como la de Scooby, un perro que fue lanzado a un cazo de aceite hirviendo en el Estado de México, así como Huellitas, un cachorro que fue adoptado en Puebla por una joven con el único propósito de torturarlo y asesinarlo.
