Personal de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) de Yucatán liberó a más de 200 crías de tortuga marina en las playas de Sisal, en el municipio de Hunucmá, Yucatán, como parte de los trabajos de preservación de esta especie en peligro de extinción, cuya temporada de arribo inició en junio y concluye en octubre.
A la fecha los tres campamentos que están bajo cuidado de la SDS protegen a más de 100 mil crías distribuidas en mil 250 nidos ubicados en granjas de los puertos de Telchac, Sisal, Dzilam de Bravo, dijo a El Sol de México Toshio Yokoyama, director de Gestión y Conservación de Recursos Naturales de la SDS.
Aunque se aplicaron medidas para aumentar la población del quelonio, son muchos los factores que impiden su recuperación, desde el cambio climático e inundaciones que afectan los nidos y destrozan los huevos, hasta la presencia de depredadores naturales como aves, peces y mamíferos, entre ellos mapaches y coatíes.
También se reportaron ataques de perros ferales, es decir animales que no tienen vínculo ni dependencia con el ser humano, los cuales viven en ecosistemas naturales y se agrupan en manada para cuidar su territorio. Así ha ocurrido en Sisal y Telchac hay reportes de perros que deambulan en las zonas urbanas y que también se comen los huevos de tortuga.
Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarta), hasta julio del presente año se registraron en Yucatán 6 mil 417 nidos de tortuga marina, con más de 681 mil huevos y 411 mil crías, lo cual representa más del 80 por ciento de la especie denominada Carey.
A pesar de que faltan los resultados finales de esta temporada de arribo de tortugas marinas y que podrían rebasar el medio millón de éstas, su población sigue amenazada, de tal forma que los responsables de su protección y conservación consideran que, de cada mil crías de tortuga, sólo una llega a la edad adulta.
Otro de los grandes riesgos que corren las tortugas en las playas de Yucatán, son los vehículos que recorren las dunas de manera irresponsable y destruyen los nidos del quelonio.
“Hay vehículos que por placer circulan por las playas y destrozan los nidos de tortugas e impiden la animación”, señaló Toshio Yokoyama, al indicar que hace unas semanas la policía municipal de Telchac Puerto aseguró dos vehículos que habrían afectado cuatro nidos de tortuga.
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El artículo 420 del Código Penal Federal indica que se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y multa que va de los 300 a los tres mil días, a quien capture, dañe o prive de la vida a algún ejemplar de tortuga o mamífero marino, y recolecte o almacene de cualquier forma sus productos o subproductos.
“Como parte de un programa de concientización se envió a quienes tienen vehículos como cuatrimotos u camionetas 4x4 a que nos acompañen a observar el trabajo que hacemos para preservar a la tortuga marina, pero parece que no les interesa cooperar”, indicó el funcionario de Desarrollo Sustentable.
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La tortuga marina está en riesgo, su protección y preservación es una tarea difícil, personal de las instancias estatales y federales realizan recorridos nocturnos por los 378 kilómetros de litoral con el que cuenta Yucatán, que inicia en Celestún y se prolonga hasta El Cuyo, ubicado en el extremo oriente del Estado, eso sin contar la gran cantidad de tortugas que llegan a anidar en las playas de Arrecife Alacranes, conformado por cinco islas enclavadas a 124 kilómetros al norte de puerto de Progreso.
