CIUDAD JUÁREZ. Andrea, Montserrat y Brandon son tres niños originarios de Michoacán, quienes desde hace un mes tuvieron que dejar su casa para huir junto con sus padres de la violencia que se vive en su estado. Como ellos, se estima que a Ciudad Juárez han llegado en los últimos días alrededor de mil 250 menores migrantes mexicanos que huyen de la inseguridad que se vive al sur del país, la mayoría son originarios de estados como Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Durango, Veracruz, Chiapas y Oaxaca.
Andrea es la más pequeña, tiene siete meses y padece asma, Monserrat tiene seis, y junto con su hermano Brandon han buscado cualquier pequeño espacio para jugar y distraerse mientras que sus padres logran la manera de llegar hasta Chicago, donde comenzarán una nueva vida.
“Nos venimos de Michoacán porque allá había muchos problemas de inseguridad, no se puede hacer nada. Yo tuve unos problemas con la inseguridad y decidimos dejarlo todo”, contó Aracely, madre de los tres menores.
La mujer aseguró que en Chicago cuentan con familiares quienes le darán apoyo a ella, a su esposo y sus hijos al llegar a Estados Unidos.
“No podemos estar más en Michoacán, nos venimos en camión y primero fuimos a Tijuana, porque allá era más rápido, pero no, nos regresamos a Juárez y aquí se nos fue todo el dinero ya. En el puente Paso del Norte o Santa Fe nos dijeron que teníamos que apuntarnos en una lista y ahorita hemos tenido problemas porque nos quieren sacar de ella porque por los niños nos venimos al albergue”, comentó.
Tanto ellos como sus padres han “adoptado”, los cruces internaciones en esta frontera como un hogar, ya que buscan reunirse con las autoridades americanas y solicitar asilo político.
Desde octubre de 2018 a la fecha, de los 18 mil migrantes centroamericanos que llegaron a Ciudad Juárez, al menos el 30 por ciento son menores de edad.
Las edades de ellos oscilan entre los seis meses a los 17 años, comentó Juan Fierro, responsable del albergue El Buen Pastor. En cuanto a las nacionalidades, destacó que algunos son originarios de Honduras, Cuba, Guatemala, Venezuela, Irak, Rusia, Camerún, Congo, Uganda, Turquía, así como de México.
Fierro destacó que debido a que la mayoría de los menores migrantes tienen más de seis meses en espera junto con sus padres, se les ha brindado atención en cuestión de salud y educación.