El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, acudió al penal del Topo Chico para llevar un mensaje de paz a los internos del centro penitenciario.
Tras celebrar la misa que enmarca el inicio de la cuaresma, el prelado ungió la ceniza a los internos que asistieron a la eucaristía.
En su homilía, Cabrera López manifestó que la ceniza recuerda que precedemos de la tierra y una llamada a la conversión.
“Dice hoy las palabras al entregar la ceniza, recuerda que eres polvo y al polvo tienes que volver, nunca podemos olvidar esta verdad, nos hace mucho bien porque tomamos conciencia de lo pequeño que somos todos sin excepción”, señaló el arzobispo.
“¿Qué significa conversión?, voltear a ver a otro lado; ¿qué nos pide hoy el Señor?, mirar a Jesús, conversión a Jesús, voltearlo a ver a él”.
Monseñor Cabrera López, aprovechar el mensaje en este inicio de la cuaresma.
“No echen la gracia de Dios en saco roto; hoy es el tiempo favorable; y no sean hipócritas”, los conminó el prelado.
Ataviadas con trajes de matlachines, las internas del penal bailaron en honor a la Virgen María, comulgaron e incluso se confesaron ante los sacerdotes que acompañaron al arzobispo a la celebración de la santa misa.
Los internos le obsequiaron un báculo labrado en madera, el cual llevan los obispos como signo de su función pastoral y que se le entrega en su consagración.
Este año la celebración del miércoles de ceniza coincide con el Día de San Valentín, en que se conmemora el día del Amor y la Amistad.
“Cristo nos hizo hermanos, pero sobre todo amigos, él les dijo a sus discípulos ustedes son mis amigos, es bueno contar con alguien que nos estime, que nos dé un lugar especial”, puntualizó.
“A ustedes y los que puedan comunicarse con las personas que aman, pues díganle a su esposa, a su novia, las muchachas a su novio, díganse que se quieren porque a todos nos hace mucha falta oír que nos digan te quiero mucho”.
En la celebración eucarística estuvieron presentes autoridades del centro penitenciario, y representantes de Organizaciones no Gubernamentales.