TLAXCALA. La repentina muerte del médico David Alejandro Herrera impactó a propios y extraños en la entidad tlaxcalteca.
En redes sociales el doctor Herrera, de 39 años de edad, ha sido catalogado por quienes lo conocieron como un "héroe", al morir en el cumplimiento de su deber, fallecimiento provocado por la pandemia del coronavirus al contraer la enfermedad.
De los 51 decesos que hasta ayer registraba oficialmente la Secretaría de Salud (Sesa), es el único que se ha difundido ampliamente, no sólo por tratarse del hermano del presidente municipal de Santa Ana Nopalucan, Jaime Herrera Vara, sino porque fue un cirujano especialista querido por cientos de sus pacientes.
El cariño es tanto, que desde que se conoció su muerte decenas de personas de los municipios de Panotla, Nopalucan, Totolac, Ixtacuixtla, la capital tlaxcalteca, entre otros, han acudido al exterior de su consultorio que ocupó durante 12 años, ubicado sobre la carretera federal México-Tlaxcala, en la comunidad de San Jorge Tezoquipan, Panotla, para depositar arreglos florales en un altar y hacer una oración por su descanso eterno.
El llanto no se hizo esperar y mucho menos la incredulidad, incluso de personas que creían que la enfermedad del Covid-19 no existía.
Algunos vecinos que dialogaron con El Sol de Tlaxcala recordaron que el doctor Herrera tenía gran vocación y amor por su trabajo, al grado que a personas de escasos recursos económicos no les cobraba la consulta, mientras que a otros hasta los apoyaba para sus pasajes o con sus medicamentos.
Las cenizas fueron inmediatamente trasladadas al hogar de la familia Herrera Vara, en el municipio de Nopalucan, donde reposarán temporalmente junto a las cenizas de la madre del alcalde Jaime Herrera, quien también perdió la vida víctima de Covid-19, el pasado 28 de abril. Con información de Jesús Zempoalteca