CHIHUAHUA. La tragedia de una masacre, con la pérdida de jóvenes madres y sus hijos -incluso bebés de meses de edad-; un trágico accidente carretero que cobró la vida de tres jóvenes menores de edad y dejó lesionadas a otras dos; la eterna lucha por el agua; un activismo férreo, y su desencanto por la falta de apoyo es parte del recorrido que ha atravesado por 15 años la familia LeBarón, en su permanencia en Chihuahua.
Durante la reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Donald Trump, integrantes de la familia LeBarón acudieron a Washington para manifestarse en la Casa Blanca y exigir justicia para su comunidad.
Son varios los hechos que han templado el espíritu combativo y resiliente de esta familia, comenzando con el del 6 de agosto del 2005, cuando en un accidente en el tramo carretero Buenaventura-Colonia Rodrigo M. Quevedo, dejó tres menores de edad sin vida, y dos jovencitas con lesiones graves.
Ya en 2009, Eric LeBarón, joven de 16 años de edad, fue secuestrado el sábado 2 de mayo, cuando se dirigía a trabajar al rancho Parapetos, junto con su hermano Kenly. Al hacer un alto, porque las llantas se tronaron –pensaron que por el peso de la unidad que llevaban cargada-, fueron encañonados por hombres armados, quienes sustrajeron a Erik, le informaron al hermano que deberían pagar un millón de dólares. La comunidad realizó manifestaciones y protestas para solicitar la intervención del gobernador para agilizar la investigación y lograr la recuperación del joven, y luego de una semana, Eric fue liberado por sus captores de forma extraña.
Ese mismo año, el 7 de julio, en el municipio Galeana un numeroso grupo armado que se transportaba en varios vehículos, irrumpió en la casa de Benjamín LeBarón (hermano de Eric, quien recientemente había sido privado de la libertad), y lo toman secuestrado junto a Luis Wthman. Horas después los privan de la vida y los arrojan en un camino de terracería, y dejaron un mensaje amenazante a la familia LeBarón.
Ya en octubre, en el rancho Las Tortugas, se registró una invasión por supuestos militares, y que fue repelida por los vigilantes, resultando una persona sin vida y otra con lesiones. Presuntamente iban por Daniel, Óscar y Ryan LeBarón.
CONFLICTO CON EL BARZÓN
El 30 de abril de 2018, unos 500 barzonistas trataron de ingresar al rancho La Mojina, propiedad de Joel y Julián LeBarón, argumentando que abusaban de la explotación de 11 pozos ilegales de agua, para las nogaleras que ahí cosechan, resultando en una balacera, de la que salió un hombre herido.
A finales de junio de este año Diego LeBarón Ray denunció agresiones por miembros de El Barzón, quienes ingresaron nuevamente al rancho La Mojina y causaron destrozos y amenazaron de muerte a los dueños del lugar y a sus trabajadores, incidente derivado de la instalación de unos postes para la electrificación de un pozo de agua.
Y en los primeros días de este mes, reportaron que abrieron zanjas alrededor de la propiedad, para que no pudieran pasar los vehículos de la familia LeBarón, y culparon al gobernador Javier Corral de apoyar a los barzonistas.
LA PEOR TRAGEDIA
Fue el 4 de noviembre del año pasado cuando tres mujeres acompañadas de sus 14 hijos sufrieron un ataque armado, y la incineración de sus vehículos, de lo que resultó la muerte de Rhonita Miller LeBarón, sus cuatro hijos: un par de gemelos de seis meses y dos niños de ocho y 10 años. Desafortunadamente, también perdieron la vida Christina y Dawna LeBarón, junto con cinco de sus hijos; y cinco niños y adolescentes lograron huir. En el ataque fueron identificados por lo me- nos 40 sicarios.