La vocación por la educación ha llevado a la maestra Lucila Bautista Mojica, a las diversas comunidades del municipio de Pueblo Viejo en la zona norte de Veracruz para enseñar con pasión las letras y números que están cambiando la vida de adultos y jóvenes, que en su momento no tuvieron la oportunidad de estudiar.
La educadora del Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos (IVEA) imparte la enseñanza desde hace cinco años, en respuesta a una inquietud que desde su infancia se albergó en su pensamiento, de poder compartir los conocimientos a jóvenes y adultos, lo que está realizando con resultados notables.
Una veracruzana con pasión por la educación
Originaria del municipio de Álamo Temapache, en lo que también se considera el norte de Veracruz, Lucila Bautista vivió su niñez en ese municipio, famoso por sus naranjales, de donde la maestra salió hace 25 años para radicar, desde entonces, en el municipio de Pueblo Viejo, donde está enseñando la instrucción básica de educación de lunes a domingo.
Su permanencia en el último municipio del estado veracruzano descubrió que había muchas personas jóvenes y adultos que por diversos motivos no habían podido culminar sus estudios básicos, situación que le llamó la atención y el interés por la enseñanza nación desde la niñez.
Buscó la forma de poder enseñar y primero incursionó en el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), posteriormente participó de forma muy activa en el Movimiento Nacional por la Educación y la Alfabetización (NOMAE), donde continúo hasta integrarse en el Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos (IVEA) donde actualmente se desempeña como una activa educadora que busca en cada comunidad la posibilidad de establecer un nuevo grupo de enseñanza para jóvenes y adultos.
Actualmente la maestra Lucila Bautista imparte clases en grupos de estudiantes que ha organizado en la cabecera municipal de Pueblo Viejo, en la zona centro, la colonia California, Mataredonda, El Mango, en los diversos sectores de la Congregación Anáhuac y recientemente El Chachalaco, principalmente los sitios donde se ha detectado que existen jóvenes y adultos que no concluyeron sus estudios de nivel básico.
Personalmente se encarga de entregar los certificados a sus alumnos, como es el caso del señor Alberto Camacho Ochoa, residente de la comunidad El Chachalaco, que concluyó de forma satisfactoria el nivel de primaria a sus 61 años de edad.
Ofrece sus clases en comunidades rurales
El interés de la maestra por llevar la enseñanza a los habitantes de las comunidades de la zona rural y ejidal, es porque ha detectado que en este sector de la población existen muchas personas que no lograron concluir sus estudios de instrucción primaria y secundaria, lo que resulta una oportunidad para impartir las clases y lograr que cuente con sus certificados.
La dificultad que enfrenta para poder llegar a este sector de la población es la distancia y el transporte, aunque la maestra señala que ella se considera una mujer sin impedimento, ya que lo mismo puede desplazarse en motocicleta, carro, lancha, camioneta, incluso en caballo o burro, ya que recordó en su niñez continuamente cabalgaba un equino.
Recordó que en ocasiones ha tenido que caminar con botas de hule e impermeable por senderos lodosos y bajo la lluvia para llegar a los lugares donde imparte la enseñanza, lo que demuestra el firme compromiso por la educación, por lo que también reconoció el esfuerzo que realizan Rosa Isela Delgado León, coordinadora de zona 3025 de Pánuco y Héctor Leonel Amezcua Cardiel, director del IVEA, para lograr que cada vez más personas, independientemente de las circunstancias a las que se enfrentan, reciban una educación de calidad.
El obstáculo al que se enfrentan muchos de los adultos para poder cursar su educación es la falta de un acta de nacimiento o el documento actualizado, pero no pueden obtenerlo principalmente por razones económicas, por lo que la intervención de las autoridades de los tres órdenes de gobierno es indispensable para lograr que tengan el acta que necesitan.
Firme contra el analfabetismo
Lucila Bautista Mojica, tiene muy claro el compromiso contraído con la alfabetización del país, donde su vocación por la enseñanza le permite llevar a los habitantes de cada colonia y comunidad, las letras y los números con esa pasión que desde su infancia albergó.
El señor Alberto Camacho Ochoa, residente de la comunidad El Chachalaco, concluyó satisfactoriamente el nivel de primaria a sus 61 años de edad.
Publicado originalmente en El Sol de Tampico