MATAMOROS. Madres de desaparecidos en Matamoros, Tamaulipas, no denuncian la pérdida de sus familiares porque tienen miedo a que sean víctimas de venganzas del crimen organizado, señaló Delia Quiroa, coordinadora de la búsqueda en el predio La Bartolina.
La búsqueda de cuerpos en ese campo de exterminio propició que algunas madres de desaparecidos que viven en Matamoros se acercaran al colectivo Diez de Marzo para decirles que sus hijos pueden estar en ese sitio, sin embargo, el temor a perder la vida las ha obligado a callar, señaló la coordinadora de búsqueda.
El jueves y viernes, unas 15 personas integrantes de 10 colectivos que buscan a familiares desaparecidos en la frontera tamaulipeca se internaron en La Bartolina, acompañados por representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y custodiados por la Guardia Nacional, además de policías estatales.
Delia Quiroa, quien pidió permiso a un grupo criminal para buscar a su hermano Roberto, en ese predio ubicado entre la frontera de México y Estados Unidos, reveló que hay personas que necesitan buscar a sus familiares en ese lugar, sin embargo, “tienen miedo, no tienen ninguna denuncia; ellas no pueden buscar aquí porque se exponen”.
Señaló que ante la frustración y el riesgo que enfrentan las familias de Matamoros será el colectivo Diez de Marzo, con sus acompañantes, quien exponga el problema ante la Fiscalía General de la República (FGR) en el plantón que iniciaría mañana en la Ciudad de México.
“Nosotros vamos a dar la cara por ellas y vamos a llevar a la Ciudad de México sus exigencias y sus peticiones, elaboramos un pliego petitorio”, anunció.
La activista señaló que las víctimas sufren muchas trabas para denunciar y que de 220 personas con reporte de desaparición registradas ante el colectivo Diez de Marzo, cinco no han logrado abrir su carpeta de averiguación.
Delia aseguró que los recorridos y los hallazgos realizados en La Bartolina evidencian la urgencia de que la FGR amplíe y haga permanente la búsqueda. “Puede haber más personas y no se está trabajando exhaustivamente, eso era lo que queríamos corroborar”.
Durante dos días, familiares de personas no localizadas se centraron en la búsqueda en el predio La Bartolina, en el municipio de Matamoros, Tamaulipas, considerado como un campo de exterminio.
En el predio encontraron huesos, zapatos y un cartucho de arma de fuego, que, dicen, son indicios de que algo pasó ahí.
Los activistas y familiares que buscan a sus desaparecidos entraron a La Bartolina acompañados por representantes de la Comisión Nacional de Derechos y efectivos de la Guardia Nacional.
Desde 2017 y hasta junio de 2021 se han encontrado más de media tonelada de restos óseos en La Bartolina, según la Cmisión Nacional de Búsqueda en uno de sus informes semestrales.
A finales de junio, la CNDH tomó nota de las demandas de la Unión de Colectivos de Madres Buscadoras de Tamaulipas para ingresar a este territorio “con el objetivo de iniciar la búsqueda de sus familiares, unas 200 personas desaparecidas en un predio localizado en la zona del mar”.
En un comunicado, la CNDH expuso el señalamiento hacia las autoridades sobre “la falta de la debida diligencia y respuesta desde hace cinco años”.
“Frente a ello, esta Comisión Nacional empatiza con la desesperación e impotencia que abrigan estas madres víctimas, y se declara lista para apoyarlas, acompañándolas en sus tareas de búsqueda, expresando a la vez un llamado a la Fiscalía General del estado de Tamaulipas, a la Fiscalía General de la República y a la Comisión Nacional de Búsqueda, para unir esfuerzos y coordinarnos, como lo solicitan las víctimas, en un plan de búsqueda ininterrumpida, con las debidas garantías y condiciones de seguridad”, dice el comunicado del 31 de julio.