Las madres de familia que trabajan en campo no sólo entierran la pala donde la vista les indique, sino también donde la intuición y el corazón las atraiga.
Por esa misma razón, al momento de estar en los predios abandonados, alzan la voz y piden a los desaparecidos que den alguna señal que les permita llegar hasta donde están.
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Una muestra de ello fue el pasado 24 de enero, cuando Buscadoras por la Paz obtuvieron un hallazgo positivo en el Kilómetro 26 en Hermosillo, Sonora.
"Teníamos toda la mañana buscando, ya íbamos de regreso, eran las tres de la tarde y estábamos muy adentro en el monte", narró Cecilia Delgado, líder del colectivo a El Sol de Hermosillo.
Asimismo, detalló que cuando iban caminando de regreso traía desazón (intranquilidad), ya que no quería concluir la búsqueda sin poder encontrar aunque sea a un "tesoro", como ellas les llaman..
"Les decía que me dieran una señal para no dejarlos ahí: es su oportunidad para que su familia los tuviera ahí en un lugar digno", dijo Delgado Grijalva.
La líder de Buscadoras por la Paz agregó que de esta manera les pedía a las personas enterradas que mostraran de cualquier posible algo que indicara que estuvieran cerca de ellas.
Cuando estaban de regreso, la madre de familia dijo que tuvo una especie de "corazonada" en un lugar, que no tenía ningún hundimiento, olor característico e inclusive un correcto hundimiento de la varilla. Esto último se refiere a la manera en que se hunde la varilla en forma de T, cuando hay un cuerpo en estado de descomposición enterrado en ese lugar.
"Ya cuando vamos de regreso, le comento a mis compañeras que buscaran en un lugar, no había ni una señal, ni un hundimiento, pero no había nada y ahí estaban los restos de una persona", platicó con gusto del hallazgo de una persona más.
Dijo que, para sorpresa de las integrantes de la búsqueda, dentro del hallazgo la osamenta contaba con un teléfono y , al parecer, una tarjeta bancaria, con lo que hacía más fácil la localización de los familiares.
Este tipo de experiencias de las madres de familia las hace también ser más sensibles en los lugares donde trabajan la tierra, en el caso de Cecilia Delgado, son expresiones que utiliza con la esperanza de tener resultados positivos, además de la experiencia en campo.
Además, las buscadoras, al inicio de sus trabajos en campo suelen hacer un círculo, colocando las palas y picos dentro del círculo para luego tomarse de las manos, hacer una oración pidiendo que la sensibilidad las guíe hacia sus 'tesoros'.
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Las madres del colectivo Buscadoras por la Paz se encuentran en el municipio de Sonoyta, en un lugar cercano al rancho La Reforma, donde también escarban con sus picos y palas y entierran las varillas en forma de T.
Las integrantes forman parte de la Brigada Internacional de Búsqueda de Personas, en la que participan diferentes grupos de familiares quienes tienen a alguien en calidad de desaparecido.
La jornada comenzó el pasado viernes 18 de febrero en el municipio de Nogales, después le siguió en Puerto Peñasco y este miércoles se encuentran en Sonoyta.
Nota publicada originalmente en: El Sol de Hermosillo
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