CELAYA. México llega al Día Internacional del Policía con 391 elementos asesinados durante 2021. Los estados más peligrosos para los uniformados son Guanajuato, donde han asesinado a 51 agentes; Estado de México a 47 y Zacatecas con 36 bajas, de acuerdo con el registro de la organización Causa en Común.
Aunque la cifra es menor a las de 2020 (519) y 2019 (446), sus condiciones laborales siguen sin mejorar.
Además de las agresiones de criminales, los policías, principalmente los municipales, deben enfrentar el peligro sin garantías laborales mínimas debido a que en muchos casos no se les reconoce como trabajadores del Ayuntamiento.
Es el caso de una mujer policía en Celaya que fue baleada a bordo de un camión de transporte público. Recibió cuatro impactos, uno le perforó el pulmón, además de que perdió el movimiento en su brazo y espera cirugía para remover las balas de su pecho.
El 25 de octubre, tras 19 años de servicio, el Ayuntamiento de Celaya le notificó su despido con el argumento de que su brazo ya no tenía la suficiente fuerza para sus labores. Ella y otros 60 elementos despedidos en condiciones injustas son representados por la abogada Angélica González Cruz, quien acusó que el Ayuntamiento no reconoce a los uniformados como trabajadores municipales, y, por lo tanto, no tienen derecho de jubilación, pensión y demás prestaciones.
González Cruz expuso que el municipio niega el seguro de vida a los familiares de los elementos caídos. “En este momento hay varias demandas de mujeres viudas que quedaron en el total desamparo.
Hasta juicios que tienen más de año y medio y el municipio está entorpeciendo, a pesar de que se le está ordenando al municipio que se pague una pensión a los hijos de las viudas porque fue riesgo de trabajo”, comentó.
La abogada señaló que la deuda del municipio de Celaya es con 15 viudas con niños pequeños que no han recibido una pensión, 40 jubilaciones, y 25 despidos injustificados, poco más de 60 elementos a quienes se les deben más de 50 millones de pesos, “tan sólo a un elemento se le deben más de dos millones de pesos”, muchos de ellos con cinco, siete y hasta 15 años de servicio.
Los uniformados, quienes prefirieron guardar anonimato, señalaron que las pocas familias que reciben el seguro de vida es de 200 mil pesos, cuando en pasadas administraciones se daban 300 mil, independientemente si la muerte era violenta, si estaban trabajando o en su día de descanso.
ATAQUES DIRECTOS
En Zacatecas, un elemento de la Policía Estatal Preventiva, quien pidió mantener su identidad en el anonimato debido al riesgo que corre, narró las dificultades de enfrentarse a los grupos del crimen organizado que mantienen sumido al estado en la violencia.
“Los grupos delincuenciales han tenido la osadía de pegarnos directamente, ya sea uniformados o en descanso, que es cuando eres más vulnerable. Sí es peligroso desempeñar esta profesión más cuando haces tu trabajo, los decomisos y detenciones, en base a eso vienen las represalias, que en el mejor de los casos era una amenaza, ahora son los homicidios”, indicó el uniformado.
El elemento de la Estatal Preventiva dijo que hay temor y conformismo entre sus compañeros ante el embate de los cárteles, por lo que muchos sólo buscan “sacar su turno” y no meterse en problemas que puedan tener represalias.
HAY AVANCES
Agustín Sandoval lleva 11 años como policía municipal de Ecatepec, Estado de México, y aclaró que en la actual administración municipal casi no han fallecido policías en el cumplimiento del deber.
Sandoval admitió que el riesgo es alto cuando se combate a malhechores. “Con los delincuentes que enfrentamos ofertas tu vida o la de ellos... Te puedes encontrar al delincuente que prefiere enfrentarse que regresar a la cárcel”.
Sandoval reconoció que en Ecatepec las condiciones laborales han cambiado, pero aseguró que les hace falta un aumento salarial. “Yo sí tengo motivos para festejar el Día del Policía, festejo mi convicción y el honor de ser policía, de que nos gusta portar la estrella de servicio y de que formas parte de una corporación del municipio más poblado de México”.
El policía municipal señaló que ha mejorado mucho el servicio y las condiciones en las que laboran. “Antes, las patrullas sobrevivían de puro milagro y de nuestro sueldo teníamos que comprar una batería de medio cachete, a tus posibilidades económicas le cambiabas el aceite. Una situación muy triste porque cuando llegabas a un auxilio, llegabas con tu patrulla ya desarmándose y la gente se burlaba”. Con información de Lynnett Rubio, Paola Covarrubias/El Sol de Zacatecas, y Fernando Solís/El Sol de Toluca