El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, reconoció que, aunque la entidad ha avanzado en las estadísticas con la disminución de fallecimientos por Covid-19, continúan presentándose contagios todos los días y les preocupa y alarma la llegada de turistas de la Ciudad de México donde la pandemia es más fuerte.
Al encabezar la conferencia diaria de actualización de casos desde sus oficinas en Acapulco, el mandatario estatal, informó que, sostuvo una nueva reunión con líderes de la Iglesia Católica para que ayuden a evitar que se lleven a cabo las peregrinaciones, posadas y todo acto masivo que pueda ocasionar el aumento de los contagios durante el mes de diciembre.
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“Tenemos una enorme preocupación porque al final de cuentas está viviendo la Ciudad de México y entra en mayor alarma, de donde vienen la mayoría de turistas pues de la Ciudad de México, vamos en una ruta de cuidado pero nuestros visitantes vienen de un lugar donde los contagios están subiendo de forma acelerada”, explicó.
Astudillo Flores, insistió que, su gobierno seguirá llevando a cabo los operativos en los destinos turísticos y los módulos de sanitización continuarán en la entrada de las playas para exhortar a los visitantes a que usen cubrebocas, guarden la sana distancia y se laven las manos de forma constante.
Por otro lado, el gobernador insistió a los fieles a la Virgen María a que este año no organicen aglomeraciones para no arriesgar a sus familiares a contagios, toda vez, que es esos eventos masivos donde se dan, porque no se respeta la sana distancia y mucha personas continúan negándose a utilizar el cubrebocas.
Turistas se niegan a utilizar cubrebocas
A pesar del incremento de los contagios de Covid-19 en todo el país, principalmente en el centro de la República, turistas de la Ciudad de México que abarrotaron este fin de semana las principales playas de Acapulco se negaron a portar el cubrebocas en la franja de arena porque aseguran que, no hay ninguna ley que los obligue, están sanos y estos productos les afectan para respirar libremente.
Durante un recorrido por las playas de la zona Diamante como Revolcadero, Puerto Marqués y La Bonfíl, se observó a decenas de vacacionistas que llegaron sin el cubrebocas y con hieleras llenas de bebidas alcohólicas, además las familias se agruparon en más de 15 personas en algunas sombrillas.
Al cuestionarlos sobre porque no cumplen con las medidas preventivas para evitar los contagios de coronavirus, se molestaron y aseguraron venir a Acapulco a vacacionar porque huyen del tráfico y caos que se está viviendo en la Ciudad de México, además del aumento de los contagios en la capital del país que los mantiene al límite de regresar al Semáforo Rojo.
“No traemos cubrebocas porque está la pura familia, aquí nadie está contagiado, no sabemos los demás pero ya estará de Dios, además no hay ninguna ley que nos obligue, no nos pueden arrestar como en otros lados”, dijo un turista de la Ciudad de México quien se negó a proporcionar su nombre.
Otros vacacionistas procedentes de Puebla también se molestaron por la exigencia del uso de cubrebocas y argumentaron que ninguna autoridad los puede acosar u obligarlos a ponérselo.
Asimismo, el consumo de bebidas alcohólicas se llevó a cabo durante el fin de semana sin restricción, y los vacacionistas ingresaron a la playa bocinas y armaron fiestas de hasta 20 personas, sin que ninguna autoridad les llamara la atención porque no se observaron operativos por parte de las corporaciones policiacas.
Este domingo, el gobernador, Héctor Astudillo Flores y el Secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, mostraron su preocupación por la llegada de miles de paseantes de la Ciudad de México a los destinos turísticos de Guerrero, principalmente a Acapulco, toda vez que, en la capital los contagios por Covid-19 han aumentado de forma alarmante.