La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) confirmó que inició una investigación para determinar que pasó con los tres ejemplares de tigre de Bengala que se incautaron en el municipio de Quechultenango y que de acuerdo con fotografías que circulan en redes sociales habrían muerto de hambre y de sed.
Te puede interesar: Registran alza en delitos ambientales
La Profepa indicó en su cuenta de Twiter que cuando acudieron al municipio de Quechultenango encontraron la jaula vacía, lavada y sin rastros de sangre, también destacó que los sellos que se colocaron al momento del aseguramiento fueron violados.
De acuerdo con fotografías que se difundieron por diversos medios en redes sociales, los animales murieron abandonados pues la Fiscalía General del Estado que fue la autoridad que se quedó en custodia de los felinos, los abandonó son agua ni alimento.
En la fiscalía estatal el responsable de comunicación Social, Jorge Vázquez, indicó que no pueden informar que pasó con los tigres porque es parte de una investigación en curso, “si tenemos algo importante nosotros se los haremos saber, pero en este momento no podemos informar nada”.
Se le cuestionó si es real la fotografía que circula en redes sociales sobre la muerte de los tigres y a eso señaló que no podría hacer ningún posicionamiento al respecto.
La Profepa en su cuenta pidió también a la población en general que si tiene alguna información que pudiera ayudar a localizar los tigres la hagan llegar a su página de internet https://www.profepa.gob.mx/innovaportal/v/4974/1/mx/haz_tu_denuncia.html, donde todas las pistas que se ofrezcan serán atendidas para tratar de localizar los ejemplares con vida.
Los tigres fueron decomisados en un operativo que realizaron elementos del Ejército, policía estatal, Guardia Nacional y policía ministerial en el municipio de Quechultenango donde también se decomisó droga, armas, autos con reporte de robo y a una persona.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Los tigres se quedaron en la jaula que fue inmovilizada con sellos de papel, pero ante la muerte de los animales prefirieron desaparecer los cadáveres y así buscan evadir la responsabilidad.
Publicado originalmente en El Sol de Acapulco