Los malos olores que genera la Refinería Miguel Hidalgo de Tula son gases de subproducto de los procesos químicos que se llevan a cabo por la refinación y los más comunes son el dióxido de azufre, bióxido de carbono y mercaptano.
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Junto con los gases que se producen en el complejo industrial que comprende la factoría de Petróleos Mexicanos (Pemex), Petroquímica y la Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, literalmente hacen un coctel de contaminación que afecta directamente la salud de habitantes de esta región de Hidalgo.
Así lo expresó el ingeniero Alejandro Juárez Prieto, quien es el primer rector de la Universidad Tecnológica Tula-Tepeji (UTTT) y ex presidente del Consejo Consultivo Ciudadano (CCC) de Tula.
Asegura que los fétidos olores que emite la paraestatal, diariamente se perciben como a asfalto caliente y que llega a la población de diferentes zonas, dependiendo la dirección de los vientos.
“Sin lugar a dudas las comunidades más afectadas y que se encuentran cerca a la Refinería Miguel Hidalgo son El Llano, Bomintzhá, San Pedro Alpuyeca y Progreso de Atotonilco, esta última del vecino municipio de Atotonilco de Tula”, precisa.
Explica que el humo negro que produce la empresa petrolera, con los vientos también se dirige hacia Atotonilco de Tula, zona que tiene su propia generación de polvos por las caleras y cementeras que hay allá.
“Depende del clima lo que se respire en la cabecera municipal de Tula de Allende, que es la más afectada por los malos olores de la Refinería que producen los gases de subproducto de los procesos químicos, principalmente de dióxido de azufre”, indica el especialista.
Alejandro Juárez precisa que la constante generación de contaminantes en esta zona de la entidad origina la aparición de enfermedades, como cáncer en sus diferentes tipos, respiratorias y conjuntivitis.
A lo anterior se suman las partículas PM2, que es como arena microscópica, producto de la combustión de vehículos, diesel y gasolina de toda la zona.
“Hay diversidad de organismos ciudadanos que siempre han estado pendientes de esta situación y han manifestado sus quejas en diferentes épocas a los gobiernos de los tres niveles. Sin embargo, la contaminación sigue siendo la misma”, señala.
Agrega que otro olor fétido que no se genera en la paraestatal, pero que afecta a la población de Tula, es el de las aguas negras del río que atraviesa por esta ciudad, así como de canales de riego que pasan por distintas localidades.
Pemex, principal generador de dióxido de azufre
Por otra parte, el representante de la Sociedad Ecologista Hidalguense en la Región Tula- Tepeji, Gerardo Castillo García, menciona que la cuenca atmosférica de Tula destaca porque es una zona que genera los más altos niveles contaminantes del estado de Hidalgo, aportando el 97 por ciento de dióxido de azufre, el 45 por ciento de partículas PM 2.5 y el 43 por ciento de óxidos de nitrógeno que se emiten en la entidad, principalmente por la Refinería Miguel Hidalgo y la Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos.
Cada año en esta zona de la entidad se producen cien mil toneladas de dióxido de azufre y cinco mil quinientas toneladas de partículas PM 2.5
Gerardo Castillo,representante de la Sociedad Ecologista Hidalguense en la Región Tula- Tepeji
“Desde los años setentas, a raíz de la apertura de ambas empresas, se ha presentado de manera histórica problemas de contaminación y tan es así que en el año 1989 se le consideró como zona crítica en inclusión de contaminación atmosférica; mientras que en el año 2006 fue catalogada como la región más contaminada del planeta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU); en el año 2008 la Secretaría de Salud realizó un estudio sobre las enfermedades crónica-respiratorias en todo el país y esta región resultó con la más alta y en el año 2019 el secretario de la SEMARNATH federal la nombró como zona inhabitable y además como uno de los seis infiernos ecológicos de México”, puntualiza.
El especialista expuso que por tal razón la población se encuentra con un alto riesgo sanitario permanente, así como con una alta vulnerabilidad a padecimientos respiratorios, neurodegenerativos, cerebro-vasculares, cáncer y trastornos en embarazos.
Gerardo Castillo explica que los principales contaminantes que afectan la salud de los pobladores son el dióxido de azufre y las partículas PM 2.5, ya que estas son tan finas que penetran en el sistema respiratorio y posteriormente en el sistema circulatorio provocando esas enfermedades.
Añade que las emisiones de gases de efecto invernadero, en el proceso del crudo en la Refinería de Petróleos Mexicanos, ha mostrado un incremento del 11.4 por ciento por el incumplimiento a las normas de emisiones contaminantes, ya que estas tardan mucho tiempo en su actualización. Esta demora es en la industria en general, lo que se traduce en que, al iniciar el día, la suma de los contaminantes de todas las factorías instaladas en esta región supera por mucho el tope de las normas oficiales mexicanas en cuestión de contaminación atmosférica.
“Cada año en esta zona de la entidad se producen cien mil toneladas de dióxido de azufre y cinco mil quinientas toneladas de partículas PM 2.5, que es lo que estamos respirando diariamente las personas que habitamos aquí, incluidas las de la Zona Metropolitana que es hasta donde llegan esos contaminantes por la acción de los vientos predominantes. Y de acuerdo a los monitoreos donde se mide la calidad del aire, nos arroja resultados que cada uno de cinco días hay mala calidad del aire”, destaca.
Esto también repercute en el aspecto económico por el ausentismo de personas que se enferman, en el gasto en el sistema de salud por las enfermedades y muertes prematuras, asícomo la afectación grave al medio ambiente, ecosistemas y todo lo que en ello habita, además a monumentos históricos que igualmente tienen una afectación grave por causa de la lluvia acida y los efectos invernadero.
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El representante de la Sociedad Ecologista Hidalguense en la Región Tula-Tepeji señala, finalmente, que si tan solo se dejara de usar el combustóleo en esta zona se reduciría a un noventa y ocho por ciento la emisión de partículas PM 2.5, son causantes de aproximadamente catorce mil seiscientas muertes prematuras al año.