IRAPUATO.- Hasta hace 110 días, en Santa Rosa de Lima era más sencillo para un joven traficar con gasolina que acudir a la escuela o trabajar; inclusive, resultaba más complicado conseguir comida o leche que un galón de huachicol.
Luego del operativo Golpe de Timón, que consistió en enviar la madrugada del 4 de marzo de 2019 a más de mil elementos de seguridad estatal y federal a Santa Rosa de Lima, comunidad de Villagrán y que llegó a ser considerada el epicentro del robo de hidrocarburo en el Bajío, poco a poco brotaron los problemas de rezago social que hay en esa zona y que habrían sido factor para que los habitantes de ahí vieran en el robo de hidrocarburo y la protección a los delincuentes su modus vivendi, aunque éste sólo fuera efímero.
Gerardo Morales Moncada, secretario de Desarrollo Social y Humano de Guanajuato, dijo que luego de que el gobierno del estado y la Marina recuperaron Santa Rosa de Lima pudieron ingresar hasta esa comunidad y en sus diagnósticos detectaron que había desde analfabetismo hasta personas con problemas alimenticios; incluso, había niños que nunca habían sido vacunados, personas que no tenían un acta de nacimiento como documento oficial y otros ni siquiera estaban registrados.
“Hay un tema de rezago educativo importante, ya el Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos está trabajando en el tema, la Secretaría de Educación está trabajando también y hay otras cosas que no se ven de primera mano, por ejemplo en el tema de discapacidad, hay población importante con alguna discapacidad, el tema alimentario, pareciera que no existiera, pero hay problemas alimentarios en Santa Rosa”.
Para Morales Moncada, garantizar un desarrollo pleno de las personas también forma parte de la estrategia de prevención que se está llevando en Santa Rosa de Lima, “pues tenemos que asegurar el derecho humano para que la gente se pueda desarrollar por sí sola”.
DISMINUYEN HOMICIDIOS
A principios de 2019, pocos eran los que podían llegar a Santa Rosa de Lima sin antes ser interrogados por los propios habitantes de la comunidad. Había unas especies de retenes en el acceso a la comunidad y cuando las personas, en su mayoría adolescentes, veían que se aproximaba alguna autoridad, de inmediato quemaban tres varas de cuetes, las cuales que explotaban en el cielo: esa era la señal de alerta que daban los “cuidadores” a los huachicoleros.
Ahora los retenes están encabezados por la Marina y por las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado y permanecerán ahí al menos hasta que sea terminado de construir el Instituto de Formación en Seguridad Pública del Estado, cuya construcción inició el pasado 22 de mayo.
“Ya si quiera puedo salir a barrer la calle, antes no podía porque tenía miedo”, dijo Mariela Torres, habitante de la calle Laureles, quien señaló que tiene la esperanza de que ahora sí puedan pavimentar las 41 calles que forman la comunidad de Sata Rosa de Lima.
Tras la puesta en marcha de la operación Golpe de Timón y que inició con la recuperación de Sata Rosa de Lima, los homicidios en el estado llevan tres meses con números a la baja: en marzo hubo 248, en abril 236 y en mayo 218 en mayo, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Gerardo Morales Moncada dijo que el programa Impulso, con el cual pudieron recuperar 77 zonas conflictivas donde hasta hace dos años eran conocidas por ser puntos rojos de robo del ferrocarril, hoy son zonas donde esa incidencia pudo disminuirse, al atender desde raíz el problema, con un combate al rezago social y dijo que esa fórmula esperan que rinda frutos en Santa Rosa de Lima, zona que antaño era considerada como auténtica tierra sin ley.
RESULTADOS VISIBLES
El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, aseguró que van 62 delincuentes del cártel de Santa Rosa de Lima que han sido detenidos o abatidos en lo que va de su mandato.
Sin embargo, el mandatario reconoció que en las últimas fechas la violencia se ha recrudecido en los municipios de Abasolo y Pénjamo debido a la disputa delincuencial que hay en la zona.