JONUTA. La crecida del río Usumacinta terminó ayer por romper el tramo carretero de Boca de San Jerónimo a Barrial y dejó incomunicados a más de cinco mil habitantes del ejido Amatitán, del municipio de Jonuta, Tabasco.
Las comunidades que han padecido por los embates del llamado Mono Sagrado son La Guayaba, El Porvenir, Boca de San Gerónimo, Cuyo de Guadalupe, Barrial, San Geronimito, Congregación San Gerónimo, Bajío, Palo Verde, Bejucal, entre otras.
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Los campesinos no lograron sacar sus hatos y temen una perdida total, además de que no hay cómo salir a comprar despensas porque la corriente es muy fuerte y la gente puede ser arrastrada por la misma junto con sus cayucos, además de que se quedaron sin luz y agua potable, señaló Esteban López, uno de los habitantes de la comunidad, quien teme que la única vía rural, que está en malas condiciones, se rompa y los deje totalmente aislados.
Las autoridades advirtieron de la crecida del río y pidieron a la población tomar todas las precauciones necesarias porque agravaría los daños en las viviendas que ya están inundadas, y en las que están a punto de hacerlo.
Personal de Protección Civil y Seguridad Pública Municipal a diario apoyan en la evacuación de familias del municipio de Jonuta, mismas que salieron de sus casas para salvar sus vidas, pero perdieron todo lo que tenían.
Los habitantes del ejido de Amatitán piden vigilancia para que la gente no retire los costales de arena que Protección Civil colocó para evitar un desastre en las zonas de deslave, como lo es a la altura de la iglesia evangélica, además, solicitan a las autoridades estatales y federales que les otorguen apoyos.