/ lunes 7 de agosto de 2023

Ruptura de cárteles detona violencia en el norte de Sinaloa

La guerra entre El Chapo Isidro y Los Calabaceños generó cientos de desplazados del municipio de Sinaloa de Leyva

Hace seis años la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) recolectó información de inteligencia sobre un pacto entre Fausto El Chapo Isidro Meza Flores, Rafael Caro Quintero y Mario Alberto Lugo Lara, El Calabaceño, un líder regional del Cártel de los Beltrán Leyva extremadamente territorial en la sierra del municipio de Sinaloa de Leyva, al norte del estado.

De acuerdo con una ficha de los documentos hackeados por el colectivo Guacamaya, la reunión para negociar el liderazgo de Caro Quintero en aquella zona ocurrió en 2017 en un hotel de la presa Bacurato, un embalse ubicado sierra arriba que colinda con los pueblos que fueron afectados por la violencia la semana pasada.

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Desde entonces, se identificaba a Lugo Lara y al Chapo Isidro como aliados y a su vez, entre los dos grupos, controlaban —según la Sedena— los municipios de Sinaloa de Leyva, El Fuerte y una parte de Ahome y Choix, donde se dedican a la siembra de enervantes y a la instalación de laboratorios de drogas sintéticas.

Según reportes de seguridad, El Chapo Isidro logró una nueva alianza con el Cártel de Sinaloa, lo que generó el rompimiento y la violencia que asoló a varias comunidades entre los días 28, 29 y 30 de julio, mientras el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, realizaba una gira por el sur del estado en compañía del gobernador Rubén Rocha Moya para supervisar la obra de la presa Santa María.

De manera oficial, en los enfrentamientos no hubo muertos, heridos ni desaparecidos, pero los rastros de vehículos incendiados en caminos y carreteras, y cientos de casquillos en San José de las Delicias, particularmente en la hacienda de Mario Calabazas —apodado así por ser originario de la comunidad de Las Calabazas— dieron cuenta de una batalla cruenta.

Los enfrentamientos provocaron el desplazamiento de 600 personas a la ciudad de Guamúchil



Testimonios de personal del Ayuntamiento de Sinaloa de Leyva señalan que aunque el distanciamiento entre la gente de El Chapo Isidro y Los Calabaceños ya era un hecho, la muerte de la exalcaldesa María Beatriz León Rubio, ocurrida el 20 de junio pasado en Ahome, terminó por sellar el rompimiento entre estos grupos.

Versiones indican que días antes del fallecimiento de Beatriz León Rubio fue un presunto accidente —la Fiscalía General del Estado cerró el caso como una salida de camino—, excolaboradores de la priista y hasta familiares habían sido privados de la libertad.

León Rubio supuestamente había acudido a una reunión en Los Mochis y de regreso sufrió un accidente al caer la camioneta en la que viajaba a un canal de riego. En el interior, había envases de cerveza. El caso no fue investigado como homicidio. Se trató de un error humano del conductor, se informó. A este suceso de le sumó el segundo aniversario luctuoso del asesinato del activista político, el profesor José Román Rubio López y Esteban López, quienes habían sido candidatos por Morena en los comicios de 2021.


JORNADA VIOLENTA

San José de las Delicias es uno de tantos pueblos donde históricamente se han sembrado enervantes. La región fue asolada por una guerra que obligó al desplazamiento forzado a cientos de familias hace 12 años, cuando iniciaba la gubernatura de Mario López Valdez.

Ya entonces el liderazgo de Mario Calabazas se había afianzado en la zona, teniendo como epicentro esta comunidad donde levantó un rancho.

El viernes 28 de julio, según información recopilada, sicarios del Chapo Isidro rompieron el cerco de seguridad de Lugo Lara. La batalla fue cruenta, cerraron caminos con vehículos incendiados, quemaron algunas viviendas y atacaron la casa de Mario, que según pobladores ya no estaba ahí.

Esa tarde, la Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Cristóbal Castañeda Camarillo, negó los hechos violentos, pero en la noche confirmó la quema de vehículos.

El sábado 29, la información oficial continuaba sin fluir. El presidente López Obrador despertaba en Mazatlán para retomar su gira por Coahuila y Nuevo León, mientras se alistaba el operativo de las fuerzas armadas y estatales.

El domingo 30 de julio, a mediodía, comenzaron a circular videos de vehículos quemados y usados para bloquear la carretera que comunica El Opochi, cerca de la cabecera municipal, con Bacubirito, la ruta que se toma para alcanzar San José de las Delicias y las comunidades aledañas, pasando la presa Bacurato.

Esa noche, el subsecretario de Seguridad Pública, Carlos Alberto Hernández Leyva, declaró: “la zona afortunadamente en aquella parte se encuentra sin ningún problema, no hay ningún indicio de algún tipo de violencia o alguna actividad que se estuviera manejando hace algunos días”.

Sin embargo, las familias desplazadas que las autoridades apoyaron no pudieron ocultar la zozobra y la incertidumbre. Fueron las personas quienes dijeron que sí se registraron fuertes balaceras.

Tras la visibilización de la situación de inseguridad, el aparato de seguridad del Estado se movió a la región. El lunes el gobernador confirmó la salida de cientos de personas de al menos siete comunidades y pidió a quienes tuvieran miedo que se bajaran de la sierra.


NUEVA ALIANZA

Uno de los trasfondos en este conflicto entre el grupo de Isidro y el de Mario Calabazas es el control de la región, mensajes difundidos en volantes y en el cuerpo de un hombre asesinado, hablan de una supuesta traición de este último “a la empresa”.

Fuentes de seguridad señalan que, tras la captura de Rafael Caro Quintero en Choix, en julio de 2022, la relación entre Meza Flores y Lugo Lara se descompuso. El Chapo Isidro viró su alianza hacia Culiacán, en parte por las conexiones que hizo cuando Caro se encontraba en libertad.

El jueves 3 de agosto, cientos de volantes fueron lanzados en Guamúchil y Mocorito. Era un mensaje directo para Mario Calabaza. “Toda tu familia está sufriendo por tu culpa. Ya hiciste demasiado daño a la población. No vamos a parar, vamos por ti, rata traidora”.

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De acuerdo con habitantes de San José de las Delicias, Mario Alberto Lugo había sido pareja sentimental de la exalcaldesa María Beatriz Lugo, por lo que nadie en esa zona cree que la muerte de la política priista fue un accidente. En testimonios recogidos por el medio Luz Noticias, una habitante de esta comunidad contó que Mario Calabazas tenía tranquila la región, le daba trabajo a las personas.

“El señor (Mario Calabazas) que estaba ahí, tenía bien controlado todo ahí; nosotros quisiéramos que regresara, porque con él estaba muy a gusto, muy pacífico todo”.



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Hace seis años la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) recolectó información de inteligencia sobre un pacto entre Fausto El Chapo Isidro Meza Flores, Rafael Caro Quintero y Mario Alberto Lugo Lara, El Calabaceño, un líder regional del Cártel de los Beltrán Leyva extremadamente territorial en la sierra del municipio de Sinaloa de Leyva, al norte del estado.

De acuerdo con una ficha de los documentos hackeados por el colectivo Guacamaya, la reunión para negociar el liderazgo de Caro Quintero en aquella zona ocurrió en 2017 en un hotel de la presa Bacurato, un embalse ubicado sierra arriba que colinda con los pueblos que fueron afectados por la violencia la semana pasada.

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Desde entonces, se identificaba a Lugo Lara y al Chapo Isidro como aliados y a su vez, entre los dos grupos, controlaban —según la Sedena— los municipios de Sinaloa de Leyva, El Fuerte y una parte de Ahome y Choix, donde se dedican a la siembra de enervantes y a la instalación de laboratorios de drogas sintéticas.

Según reportes de seguridad, El Chapo Isidro logró una nueva alianza con el Cártel de Sinaloa, lo que generó el rompimiento y la violencia que asoló a varias comunidades entre los días 28, 29 y 30 de julio, mientras el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, realizaba una gira por el sur del estado en compañía del gobernador Rubén Rocha Moya para supervisar la obra de la presa Santa María.

De manera oficial, en los enfrentamientos no hubo muertos, heridos ni desaparecidos, pero los rastros de vehículos incendiados en caminos y carreteras, y cientos de casquillos en San José de las Delicias, particularmente en la hacienda de Mario Calabazas —apodado así por ser originario de la comunidad de Las Calabazas— dieron cuenta de una batalla cruenta.

Los enfrentamientos provocaron el desplazamiento de 600 personas a la ciudad de Guamúchil



Testimonios de personal del Ayuntamiento de Sinaloa de Leyva señalan que aunque el distanciamiento entre la gente de El Chapo Isidro y Los Calabaceños ya era un hecho, la muerte de la exalcaldesa María Beatriz León Rubio, ocurrida el 20 de junio pasado en Ahome, terminó por sellar el rompimiento entre estos grupos.

Versiones indican que días antes del fallecimiento de Beatriz León Rubio fue un presunto accidente —la Fiscalía General del Estado cerró el caso como una salida de camino—, excolaboradores de la priista y hasta familiares habían sido privados de la libertad.

León Rubio supuestamente había acudido a una reunión en Los Mochis y de regreso sufrió un accidente al caer la camioneta en la que viajaba a un canal de riego. En el interior, había envases de cerveza. El caso no fue investigado como homicidio. Se trató de un error humano del conductor, se informó. A este suceso de le sumó el segundo aniversario luctuoso del asesinato del activista político, el profesor José Román Rubio López y Esteban López, quienes habían sido candidatos por Morena en los comicios de 2021.


JORNADA VIOLENTA

San José de las Delicias es uno de tantos pueblos donde históricamente se han sembrado enervantes. La región fue asolada por una guerra que obligó al desplazamiento forzado a cientos de familias hace 12 años, cuando iniciaba la gubernatura de Mario López Valdez.

Ya entonces el liderazgo de Mario Calabazas se había afianzado en la zona, teniendo como epicentro esta comunidad donde levantó un rancho.

El viernes 28 de julio, según información recopilada, sicarios del Chapo Isidro rompieron el cerco de seguridad de Lugo Lara. La batalla fue cruenta, cerraron caminos con vehículos incendiados, quemaron algunas viviendas y atacaron la casa de Mario, que según pobladores ya no estaba ahí.

Esa tarde, la Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Cristóbal Castañeda Camarillo, negó los hechos violentos, pero en la noche confirmó la quema de vehículos.

El sábado 29, la información oficial continuaba sin fluir. El presidente López Obrador despertaba en Mazatlán para retomar su gira por Coahuila y Nuevo León, mientras se alistaba el operativo de las fuerzas armadas y estatales.

El domingo 30 de julio, a mediodía, comenzaron a circular videos de vehículos quemados y usados para bloquear la carretera que comunica El Opochi, cerca de la cabecera municipal, con Bacubirito, la ruta que se toma para alcanzar San José de las Delicias y las comunidades aledañas, pasando la presa Bacurato.

Esa noche, el subsecretario de Seguridad Pública, Carlos Alberto Hernández Leyva, declaró: “la zona afortunadamente en aquella parte se encuentra sin ningún problema, no hay ningún indicio de algún tipo de violencia o alguna actividad que se estuviera manejando hace algunos días”.

Sin embargo, las familias desplazadas que las autoridades apoyaron no pudieron ocultar la zozobra y la incertidumbre. Fueron las personas quienes dijeron que sí se registraron fuertes balaceras.

Tras la visibilización de la situación de inseguridad, el aparato de seguridad del Estado se movió a la región. El lunes el gobernador confirmó la salida de cientos de personas de al menos siete comunidades y pidió a quienes tuvieran miedo que se bajaran de la sierra.


NUEVA ALIANZA

Uno de los trasfondos en este conflicto entre el grupo de Isidro y el de Mario Calabazas es el control de la región, mensajes difundidos en volantes y en el cuerpo de un hombre asesinado, hablan de una supuesta traición de este último “a la empresa”.

Fuentes de seguridad señalan que, tras la captura de Rafael Caro Quintero en Choix, en julio de 2022, la relación entre Meza Flores y Lugo Lara se descompuso. El Chapo Isidro viró su alianza hacia Culiacán, en parte por las conexiones que hizo cuando Caro se encontraba en libertad.

El jueves 3 de agosto, cientos de volantes fueron lanzados en Guamúchil y Mocorito. Era un mensaje directo para Mario Calabaza. “Toda tu familia está sufriendo por tu culpa. Ya hiciste demasiado daño a la población. No vamos a parar, vamos por ti, rata traidora”.

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De acuerdo con habitantes de San José de las Delicias, Mario Alberto Lugo había sido pareja sentimental de la exalcaldesa María Beatriz Lugo, por lo que nadie en esa zona cree que la muerte de la política priista fue un accidente. En testimonios recogidos por el medio Luz Noticias, una habitante de esta comunidad contó que Mario Calabazas tenía tranquila la región, le daba trabajo a las personas.

“El señor (Mario Calabazas) que estaba ahí, tenía bien controlado todo ahí; nosotros quisiéramos que regresara, porque con él estaba muy a gusto, muy pacífico todo”.



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