Hace 15 años terminaron con la vida de dos de sus hijos, primero el de 17 y después el de 19, misma suerte corrió su esposo de entonces de 45, hoy, Martha Cecilia Hermosillo Luna, busca asilo en Estados Unidos donde espera estar protegida y por fin, vivir en paz.
Fue hace una semana que Cecilia, de 57 años, por fin decidió dejar su escondite y tomar un camión de Culiacán, Sinaloa, hasta Mexicali, Baja California, una vez en tierra cachanilla, se dirigió a la aduana de Estados Unidos para entregarse.
Solo que las cosas no le resultaron tan sencillas, primero debe aplicar para solicitar asilo, pero debe esperar un tiempo en México, donde se encuentra en un albergue para migrantes.
Cecilia recordó que cuando recién se casó, su hoy fallecido esposo tenía una carnicería en Culiacán, sin embargo, conoció a unas malas personas, se endeudó con ellas y se desató la tragedia.
Ella contaba con una tienda y unos terrenos, los vendió para pagar la deuda ya que no quería que la mataran, pero no pudo cubrir todo, y fue empezó a recibir amenazas.
Cecelia le pide a Dios que les ablande el corazón a las autoridades migratorias de Estados Unidos y pueda con ello encontrar la paz que tanto ha anhelado
Huyó a Durango, donde pasó siete años hasta que mataron a su protector, posteriormente regresó a Culiacán donde también se resguardó en un domicilio, pero la dueña de la casa falleció a finales del año pasado.
Hoy le queda solamente una hija a la que trató de convencer de que se viniera a Mexicali, pero ésta no quiso, además su esposo la tiene amenazada, sin embargo, ella huyó sola, ya que la tenían ubicada y temía por su vida.
Fue así que llegó a un albergue en Mexicali donde la han tratado muy bien, y que la va a apoyar en la realización del trámite para la solicitud de asilo en Estados Unidos.
Tiene esperanzas de que le otorguen el asilo, se compromete a ser una ciudadana modelo, no dará ningún problema a las autoridades estadounidenses, expresó.
En Utah tiene una cuñada, hermana de su difunto esposo, es mormona tal como ella misma, estos viven tranquilos, todo es muy bonito allá, van a la iglesia en familia y al trabajo, quiere disfrutar de una vida aunque solo sea una vez.
Hoy Cecilia narró que vive muerta de miedo, enferma de los nervios, tiene que medicarse, son muchos años de vivir en la zozobra y con temor de que un día la vayan a matar, por lo que pide a Dios que les ablande el corazón a las autoridades migratorias de Estados Unidos y pueda con ello encontrar la paz que tanto ha anhelado.
Publicado en La Voz de la Frontera