Topo Chico, uno de los pasajes más oscuros en la historia de los penales en México

El penal de Monterrey cierra definitivamente sus puertas para ser convertido en un parque y centro cultural

David Casas | Corresponsal

  · domingo 29 de septiembre de 2019

Foto Jesús Téllez

Monterrey.- El penal del Topo Chico cierra sus puertas este 30 de septiembre y sólo queda como uno de los pasajes más oscuros, sangrientos e ingobernables en la historia de los centros penitenciarios del país

Fueron 76 años de historia de este emblemático ícono de problemas para Nuevo León, donde las masacres, motines, fugas, asesinatos de directivos, internamiento de famosos y hasta de un exgobernador pusieron a la entidad en las páginas rojas del mundo.

Inaugurado el 3 de octubre de 1943 por el entonces gobernador Bonifacio Salinas Leal, el penal abrió con cupo para 600 internos y ahí fue trasladada la población del antiguo penal, situado en parte de lo que hoy es la Alameda, pero al paso de los años sufrió deterioro y sobrepoblación, lo que produjo constantes motines, epidemias y siniestros, como el incendio por el uso de veladoras que en diciembre de 1988 provocó la muerte de 19 internos.

Foto Jesús Téllez

Con el nuevo milenio, tuvo casi seis mil internos y, tras la llegada de miembros de la delincuencia organizada, se perdió el control por parte de las autoridades, lo que detonó en asesinatos frecuentes al interior y la operación de una amplia red criminal.

Tocó fondo el penal con la muerte de 49 internos en febrero del 2016, la masacre más alta en un centro penitenciario en México en la historia reciente.

El 24 de marzo de 1980 un par de internos secuestró al director del penal, Alfonso Domene, y lo recluyó en una celda junto con su chofer y tres secretarias. Buscaban negociar su escape junto con doce reos más y durante 36 horas ocultaron que ya habían asesinado al funcionario.

Foto Jesús Téllez

Tras negociaciones liberaron a los rehenes y se les aseguró que tendrían vehículos para su salida.

De mano dura, el gobernador Alfonso Martínez Domínguez solicitó el apoyo federal y llegó el entonces policía Miguel Nazar Haro, quien entró al patio y acabó con los dos internos. Años después estuvo interno acusado de la muerte de líderes de la Liga 23 de septiembre en la época de la guerrilla en los años setenta.

En 1997 el banquero y presidente del Club Rayados de Monterrey, Jorge Lankenau, también estuvo preso por años acusado de fraude.

Más reciente, en este año, el exseleccionador nacional y exjugador de Rayados y Chivas, Jesús Cabrito Arellano, también pasó semanas acusado de abuso sexual.

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En sus celdas también estuvieron famosos políticos como el exgobernador Rodrigo Medina, quien por 19 horas fue encarcelado luego del pleito que sostiene con su sucesor Jaime Rodríguez Calderón. Un juez no respetó el amparo del exmandatario y ordenó su internamiento.

El gobernador Rodríguez Calderón informó que se proyecta sea derrumbado para que en su lugar se construyan un parque público y un edificio para el Archivo General del Estado, entre otras instalaciones.

Una vez sin reos, el penal quedará abierto al público para que los ciudadanos puedan entrar y conocer sus condiciones.

Foto Jesús Téllez

“Está todo listo para el cierre del Topo Chico, vamos a cerrarlo el 30 como lo teníamos previsto. El penal del Topo Chico será cerrado y habrá un proceso de que la gente vaya, conozca la historia, y no la volvamos a repetir”, dijo a medios.

“Va a estar en visitas, vamos a abrirlo a las visitas para que la gente pueda verlo ahorita como está, y conozca las condiciones en las que estaban los presos ahí”, explica El Bronco.

Tan solo entre 2010 y 2012 se registraron medio centenar de pleitos y atentados con saldo de doce presuntos narcos internos y siete custodios muertos.

Foto Jesús Téllez

En 2010, un mujer cabecilla de un grupo de la droga fue llevada del penal a un hospital para atención médica, pero en el camino integrantes de un cártel antagónico la liberaron y luego apareció colgada en un puente peatonal.

En la última semana se trasladaron al Cereso de Apodaca, al norte de la zona metropolitana, poco más de dos mil 600 internos y sólo quedan ahora unos 152 para su salida este lunes en una ceremonia en que se cierra el portón del terrible centro penitenciario que tomó el nombre del cerro ubicado en las cercanías.

Foto Jesús Téllez