Un oasis: Así es como voluntarios llevan vida al desierto

Hace 19 años Laura y John Hunter, junto a otros voluntarios, colocan agua en la árida y peligrosa ruta que usan los migrantes para internarse en EU

Érika Gallego | La Voz de la Frontera

  · domingo 4 de agosto de 2019

Mexicali.- A metros de distancia en medio del desierto del sur de California, donde la temperatura suele rebasar los 45 grados Celsius, banderas de colores llaman la atención: indican una zona con agua, verdadero oasis para quienes van tras el “sueño americano”.

Desde hace 19 años, cada verano John y Laura Hunter junto a un grupo de voluntarios recorren la árida y peligrosa ruta que utilizan los migrantes mexicanos y extranjeros, la cual año tras año cobra decenas de vidas por el clima extremo.

No se definen como ángeles ni como héroes, únicamente como personas preocupadas por otras, y hacen lo posible por ayudar conscientes de que un trago del líquido es también una bocanada de existencia en pleno desierto.

Laura es orgullosamente mexicana, nació en Jalisco y creció en Mexicali para después cambiar su residencia a Estados Unidos, donde se anotó como voluntaria al conocer la labor altruista que hacía John.

En el 2000 ambos formalizaron la actividad como Water Station, fundación sin fines de lucro ni intereses políticos o religiosos.

“No es para alentar a alguien a que pase, pero el desierto es inmenso y el calor que hace es horrible; hemos encontrado gente, como en 2003, cuando vimos a un grupo de 17 personas a quienes ayudamos sólo con agua”.

A la fecha existen 150 estaciones abastecidas con agua en el desierto del sur de California y en cada una hay un balde con seis galones y bandera de varios metros de altura en colores visibles.

John y Laura poseen los permisos gubernamentales para realizar la acción únicamente de marzo a octubre, cuando se registran las más altas temperaturas.

“El agua no sólo ha ayudado a migrantes, sino también a otras personas que quedan varadas y tienen algún problema con su vehículo”.

Hay rechazo

A lo largo de casi dos décadas de labor Water Station ha padecido robos, maltratos o vandalismo de sus zonas con agua, aunque los Hunter consideraron que desde el inicio de la administración de Donald Trump aumentaron estos actos.

“No sabemos quién lo hace, pero ¿qué corazón pueden tener para ir a destrozar algo que puede salvarle la vida a ellos mismos? El agua está ahí para quien la necesite, no tiene etiquetas”.

No obstante, también han encontrado galones vacíos con mensajes escritos de agradecimiento.

Datos oficiales de la Patrulla Fronteriza señalan que tan solo en el 2000 en la zona desértica de El Centro, California, perdieron la vida 72 personas a causa del calor y en el 2018 el reporte fue 17 decesos, un decremento importante.

“Si no podemos cambiar las políticas o la situación de los países, lo único que podemos hacer es poner agua, nuestra meta es detener esas muertes, no queremos que nadie más muera así”.

Water Station se sostiene únicamente con donativos y cualquiera puede apoyar enviando al PO Box 2683, Escondido, California 92033 o contactar a través de su página de Facebook.

Frase

“Si no podemos cambiar las políticas o la situación de los países, lo único que podemos hacer es poner agua, nuestra meta es detener esas muertes”, Laura Hunter.


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