Tlaxcala, Tlax. (OEM/Informex).- Al concluir 2017, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aceptó que quedaron por resolver 14 denuncias penales en relación a los fraudes cometidos a través del telar o flor de la abundancia, sin embargo, ese fenómeno sigue extendiéndose en Tlaxcala a través de redes sociales y Whatsapp.
De acuerdo con la información proporcionada por la propia dependencia encargada de procurar justicia, la mayoría de denuncias corresponden a ciudadanos timados en Tlaxcala, quienes acudieron a denunciar el hecho fraudulento pero que a la fecha no han recuperado su dinero.
Aunque le sigue Chiautempan, con el mayor número de delitos denunciados en contra de organizadores de aquel sistema piramidal.
La mayoría de denuncias se iniciaron por el delito de fraude y por hechos probablemente constitutivos de delito, por lo que la dependencia ya trabaja en los casos para deslindar o fincar responsabilidades.
Cabe señalar que aquellos esquemas piramidales han cobrado un auge importante en redes sociales en el estado y en el país, a través de la llamada Flor o telar de la abundancia, Banco de Amor, o Sociedad comunal de inversión, mismos que prometen ganancias de un 700 % en un corto plazo.
Por ejemplo, para quienes aporten 12 mil 500 pesos se les promete regresar cien mil pesos en no más de tres semanas, pero la mayoría de veces no sucede así y todo queda en un fraude o estafa, toda vez que las aportaciones fueron hechas de buena fe, es decir no se firma ningún documento.
Los esquemas operan con 15 participantes, donde ocho personas son las que hacen las aportaciones, mismas que regularmente aportan una suma de 27 mil pesos, con lo cual se acumularían 216 mil pesos, y que entregan a una sola persona, quien está en el mayor nivel.
De 128 flores que se realicen con aportaciones por persona de 27 mil pesos, da un acumulado de poco más de 55 millones de pesos, recursos que en casi siempre quedan en manos de los organizadores.
El hecho de que existan miles de personas participantes es estos esquemas, es la promesa “garantizada” de que recibirán una “jugosa” ganancia luego de aportar miles de pesos y sobre todo en tiempos muy cortos, pero la probabilidad de que todos los “inversionistas” reciban el monto prometido es muy casi nula.
Según los testimonios o casos denunciados ante la PGJE revela que existen sistemas donde las aportaciones son 27 mil pesos; 24 mil pesos; 12 mil 500 pesos, pero también existen unas donde las aportaciones se fijan de tres mil pesos, mil y 500 pesos.
Lo complicado de este sistema radica en que los inversionistas deben “reclutar” a más personas que aporten las cantidades que aportó un en un inicio el “inversionista” o persona que está invitando; pero en caso de que no logren reclutar a más gente “la Flor” puede caerse o “atorarse” hasta el punto de perder su inversión.
Para que mil personas ganen se requiere la participación de unas 14 mil 700 personas; y para que un millón ganen, se requiere de casi 15 millones más de personas, por lo que las redes sociales se han convertido en una herramienta sustancial para solicitar a nuevos “reclutas” que se atrevan a depositar dinero sin ningún tipo de garantía.
Ante este fenómeno, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) advirtió durante 2017, en diversos medios de comunicación, que no podrá defender a las personas que “inviertan” su dinero en alguno de estos esquemas piramidales.
Esto derivado de que “no son una institución financiera debidamente regulada, ni tampoco una figura legalmente reconocida”.