Los cruces de manera ilegal a Estados Unidos a través del río Bravo no han parado, a pesar de que autoridades norteamericanas están aplicando Título 42 a todos los migrantes.
Basta pararse cinco minutos en la línea divisoria entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, para ver qué migrantes siguen entregándose a la Patrulla Fronteriza.
Ya no se ha visto la entrega en masa, como anteriormente lo estaban haciendo los venezolanos, pero si, en familias de hasta cinco personas.
Aunque algunos migrantes venezolanos, hacen la recomendación de no entregarse, esto no es impedimento para evitar el cruce de migrantes, incluso al entregarse hasta se aplaude.
Otros venezolanos que han sido expulsados del vecino país, también aprovechan para aportar sus experiencias a quienes van a pasar, diciéndoles que dejen sus pertenencias, que están en buen estado, sus bolsas, comida, incluso juguetes que lleven los niños, porque al llegar con las autoridades, todo lo tiran a la basura.
Las mujeres en compañía de sus hijos son quienes más cruzan, esto es debido a que entre los oriundos de Venezuela, se han dado cuenta de que a este segmento se le está dejando permanecer en Estados Unidos, pues hay algunos que dicen ya haber sido expulsados hasta tres veces.
"Vamos a cruzar otra vez, dicen que están dando prioridad a los que llevan los niños chiquitos, tres de mi grupo familiar ya lo volvieron a intentar y ya están allá, en New York, ya están moviendo a la gente cada dos o tres días", platicó un grupo de mujeres que se preparaba para cruzar.
Las tres son miembros de la misma familia, traen menores de 1, 2 y 3 años de edad y han visto que varias de las personas expulsadas volvieron a entregarse a la Patrulla Fronteriza y han sido aceptadas.
"Una de las personas que volvió a cruzar es de nuestra familia y ya está libre de aquel lado, nos llamó desde New York, tiene un día allá", expresó una de ellas.
Las mujeres comentaron que harán todos los intentos que sean necesarios, porque E.U. no tiene deportaciones para venezolanos, el único riesgo es que los pueden retornar por otra frontera.
Respecto a la apertura del albergue provisional para familias, las venezolanas opinaron, "Está muy bien, el lunes yo tenía a mi niño morado de frío y tenía chamarra, era una ola de brisa helada que no se quitaba, no se soportaba el frío".